Alemania se proclamó vencedor de la Copa Confederaciones tras vencer a Chile en la final. El conjunto de Joachim Löw desarboló la defensa honrosa de Chile con el único tanto de Stindl. Con un planteamiento perfecto, los teutones demostraron al mundo que en estos momentos se encuentra un peldaño por encima del resto de selecciones del mundo.
Chile, campeona de las dos últimas Copa América, amo y señor del fútbol sudamericano en los últimos tiempos apenas llegó a intimidar a los germanos. El combinado de Pizzi, que no ha tenido rival en el continente, se topó contra la versión más germánica de los alemanes. Un estilo que comenzó con un proceso desde hace 15 años y que culminó con el Mundial de Brasil.
No hizo falta ni que Löw se llevara el ‘equipo A’ a Rusia. La marca blanca de la Mannschaft, con numerosas caras nuevas, se bastó para dominar el torneo que anticipa un año antes la fiesta del fútbol. En ese conjunto destacaron varios jugadores que ne muy poco tiempo estarán comandando la nueva generación alemana. Draxler, Goretzka, Rudy, Kimmich… Nombres que llaman a la puerta y que darán que hablar en Rusia el próximo año.
La consecución de un proceso que se inició cuando Alemania, en 2006, se dio cuenta que necesitaba un nuevo rumbo para su buque insignia. Los dirigentes de la Federación se percataron que el estilo precisaba nuevos aires. Acudieron al sistema de preparación de inferiores de España. Adoptaron su método. Un estilo que había conquistado varios torneos en Sub21, Sub23, y demás categorías. Lo potenciaron y lo hicieron suyo. Un sistema que les dio lecciones en 2008 -en la final- y en 2010 -en semifinales-.
Tuvieron paciencia. Las derrotas no hicieron que se descartara el plan. Siguieron con una idea firme que logró el éxito total en Brasil. Culminaron el proceso tomando el cetro mundial. Ahora con esta demostración de talento y táctica de la nueva generación han lanzado un mensaje al resto de selecciones del planeta. Alemania domina ha recogido el testigo de la España que marcó una época y será muy difícil bajarlos de ahí.
La sal del ganador de la Confederaciones
Aunque Alemania haya logrado el título de la Confederaciones, sin darse cuenta, se han metido en un lío de cara al Mundial del próximo año. Existe una ley no escrita que se ha cumplido con los últimos ganadores de este torneo. Todo aquel que lo conquista no repite el triunfo al año siguiente en el que importa: el Mundial.
Brasil, última campeona de este torneo, cayó estrepitosamente al año siguiente en su casa frente a Alemania. Todavía hay quienes en Brasil no olvidan la humillante derrota de 1-7, uno de los episodios más negros del fútbol brasileño. La verdeamarelha puede hablar bien de esta sal que se lleva el vencedor de la Confederaciones. Hasta en cuatro ocasiones lograron el título y vieron como al año siguiente se iban de vacío del Mundial.
La misma historia se repitió con la Francia de Zidane en 2001 y 2003. Argentina en el 92, México en el 99, Dinamarca en el 95. Una larga lista de equipos que cumplieron la maldición de la Confederaciones. Ya saben, si tienen plata no la apuesten por Alemania para el próximo año.