En un país donde existen serios problemas institucionales y estructurales actualmente el presidente prefiere salir del foro económico mundial para Portugal a esperar el resultado de la operación del “Tigre” Radamel Falcao García, futbolista de la selección Colombia.
Si bien Colombia esta pendiente de la evolución del máximo astro de la selección, es un poco exagerado que habiendo tanto médicos profesionales como especialistas actuando a favor de la salud del samario un representante político como lo es el presidente se entrometa para favorecer su imagen publica.
Colombia no puede tener un jefe de estado que en su orden de ideas, sobreponga a un futbolista por encima de los muchos otros problemas que se ven en la actualidad nacional.
Se podría asumir como una jugada política por parte del presidente para sacar ventaja electoral sobre sus contrincantes, demostrando que le da alta importancia al futbol nacional.
De esta manera muchos seguidores de la selección y del futbol colombiano alrededor del mundo lo verían como un líder que le da prioridad al bienestar tanto de los jugadores como del espectro futbolístico en Colombia.
En lo que parece más un acto de hipocresía o de oportunismo que de solidaridad, Santos esta aprovechando la vulnerabilidad de millones de admiradores del futbol para hacer campaña política internacional.
El presidente debería estar más pendiente de los hechos que ocurren día a día en todos los rincones del país que varían entre violencia, pobreza, conflicto, problemas políticos entre otros.
Se puede considerar que Santos no ‘esta en la jugada’ a la hora de tomar decisiones, sus prioridades quedan en cuestión, y si bien debe hacer campaña, no es ni la manera de hacerlo ni la prioridad de una persona que es jefe de estado.