El comercio sostenible puede ser una opción de empleo para las personas afectadas por el conflicto armado que desde hace más de medio siglo azota Colombia, según defendió hoy la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).
“Acabamos de iniciar las conversaciones con el Programa Nacional de Biocomercio del Gobierno de Colombia y con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para reintegrar a excombatientes y víctimas en empleos del sector del biocomercio”, explicó la experta en Biodiversidad y Cambio Climático de la UNCTAD, Lorena Jaramillo.
Esta iniciativa, que ya se puso en marcha en Indonesia -donde se empleó en la cadena de producción de la nuez moscada a mujeres que no había recibido compensación tras el Tsunami de 2004-, tiene como objetivo reintegrar en la sociedad a excombatientes o personas afectadas por conflictos y desastres naturales ofreciéndoles empleos vinculados al biocomercio.
La UNCTAD define el biocomercio como el conjunto de actividades de recolección, producción, transformación y comercialización de bienes y servicios derivados de la biodiversidad autóctona respetando la sostenibilidad económica, social y medioambiental.
En este sentido, la región de Latinoamérica y el Caribe es según el director del departamento de Comercio, Medioambiente, Cambio Climático y Desarrollo Sostenible de la UNCTAD, Lucas Assunçao, una zona geográfica “con un potencial enorme”.
Es justamente en esta región donde se concentran seis de los diecisiete países “megadiversos” (Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela) que existen en el mundo, las naciones que albergan la mayor biodiversidad de la Tierra.
A juicio de la UNCTAD, la región puede aprovechar esta característica, así como los recursos presentes en la zona, como motor de desarrollo de la región.
En Brasil, México, Ecuador, Perú, Bolivia, Guayana, Surinam, Venezuela y Colombia ya se han puesto en marcha proyectos de biocomercio, si bien nunca se han aplicada en marcha iniciativas de “mantenimiento de la paz” como la ya implementada en Indonesia, y las planteadas para el caso de Colombia y Burundi.
Respecto a las personas que podrían emplearse en el programa de creación de empleo en Colombia, Jaramillo explicó que probablemente se tratará de mujeres y jóvenes, por ser las comunidades más afectadas por el conflicto, aunque aseguró que la iniciativa se acaba de presentar y no hay nada concretado.
“Colombia está redefiniendo su estrategia sobre biocomercio para los próximos diez años, que contempla la apertura del mercado y también una posible integración de excombatientes en las zonas donde el programa de comercio sostenible ya está implantado”, agregó.
La experta de la UNCTAD estimó que el proyecto podría lanzarse en Colombia el próximo año y opinó que puede tener un efecto positivo en el desarrollo de las conversaciones entre el Gobierno y la guerrilla.