El drama de la inmigración, a la vista de todos

Los ministros europeos de Interior se disponen a abordar este martes por primera vez la propuesta de la Comisión Europea (CE) para repartir entre estados miembros a 40.000 demandantes de asilo llegados a Italia y Grecia desde el pasado 15 de abril -con más de una decena de delegaciones en contra de la medida.

El Ejecutivo comunitario presentó el pasado 13 de mayo su nueva estrategia sobre inmigración, en la que incluyó la propuesta de las cuotas de asilo como medida de urgencia para afrontar la llegada masiva de personas a las costas europeas a través del Mediterráneo. La idea de Bruselas es activar un mecanismo de emergencia ya previsto en los tratados comunitarios que forzará a los Estados miembros a acoger durante los próximos dos años a 40.000 sirios y eritreos, que necesitan protección internacional, sobre la base de criterios como el PIB, la población, la tasa de desempleo y el esfuerzo ya realizado por el país de acogida en el pasado.

Este primer paso para institucionalizar la solidaridad se afianzaría a finales de año, cuando la Comisión tiene previsto presentar una propuesta legislativa más general para regular el reparto de demandantes de asilo en la UE. España, que tendría que acoger según la clave de distribución sugerida por Bruselas a 4.288 solicitantes de asilo, ya ha señalado que le parece injusto que se haya dado tan poco peso en el cómputo para el reparto a la tasa de desempleo (un 10%, frente al 40% que se concede a factores como el PIB y la población).

La República Checa y Hungría rechazan cualquier sistema de reubicación de solicitantes de asilo, mientras que Portugal, Polonia, Croacia, Eslovenia, Bulgaria, Estonia, Eslovaquia, Rumanía, Lituania, y posiblemente también Letonia, tienen problemas con el carácter obligatorio que la CE quiere imponer a la medida.

Alemania, Francia, Malta, Chipre, Suecia, Austria, Holanda, Bélgica y Luxemburgo figuran entre los socios favorables a la propuesta de la Comisión, aunque todos consideran que habría que introducir algunos cambios antes de darle el visto bueno.