Uno de los festivales de música más importantes del mundo aterriza en el país en 2016. Así Bogotá se suma a Chile, Brasil, Argentina y Alemania como el quinto destino del Festival fuera de los Estados Unidos.

El ‘Lolla’ es definitivamente uno de los mejores festivales de música que vio nacer Chicago en 1991 encapsulando la cultura jóven de aquella decada. Hoy lo disfrutan países como Alemania, Argentina, Chile o Brasil, y ahora le apuesta a Colombia como siguiente destino internacional.

Será octubre de 2016, cuando la capital colombiana tendrá el primer Festival musical del país en el que las familias se unirán en torno a una experiencia multisensorial. Lollapalooza Colombia llegará con su particular reunión de música actual, comida, arte y responsabilidad social.

“Bogotá viene posicionándose como una ciudad de grandes festivales y cuenta con un gran potencial como epicentro para la región Andina y parte de América Central. Queremos incrementar la oferta cultural en el país y atraer visitantes de Venezuela, Perú, Ecuador, Panamá, Costa Rica y otros países de la región que no tienen festivales de esta magnitud” afirmó Sergio Pabón, CEO de T310|Absent Papa, compañía que operará el evento en el país.

“El equipo de T310|Absent Papa ha logrado triunfos irrefutables en la creación y producción de festivales musicales innovadores en Colombia. Son la adición perfecta a nuestro equipo para seguir enamorando al mundo con el Festival y que miles de personas más puedan disfrutar la experiencia única del Lolla” dijo Charlie Walker, socio de C3 Presents, empresa que opera el Festival en Chicago.

El Lollapalooza es un espacio que invita a la sana convivencia de adultos, jóvenes y niños alrededor de la música. Con la oferta de artistas reconocidos de diferentes géneros musicales y la propuesta de un espacio para música infantil y actividades lúdicas en el Kidzapalooza el ‘Lolla’ promete experiencias únicas de entretenimiento para toda la familia.

Su nombre significa “inusual y extraordinario” y así fue pensado en 1991 por Perry Farrell, cantante de Jane’s Addiction. Desde sus primeras versione en diferentes ciudades de Estados Unidos, el Festival reunió multitudes y adquirió fama por ser tanto un festival de música como un festival cultural: las puertas estaban abiertas a géneros musicales variados, exhibiciones de arte, exponentes culinarios y diversas expresiones culturales.