El videoarbitraje fracasa en el Mundial de Clubes

La nueva norma que experimenta la FIFA por primera vez en este Mundial de Clubes está siendo un desastre en sus pruebas iniciales. Al ser un sistema en fase de laboratorio existen todavía varios vacíos legales que la FIFA tendrá que ir aclarando. Los jugadores lo tienen claro: “Esto no es fútbol, se tiene que quitar la norma muy pronto”.

El videoarbitraje promovido por la FIFA no ha tenido el debut deseado en este Mundial de Clubes. El sistema que prueba la organización por primera vez en este torneo, volvió a ser un rotundo fracaso en el encuentro disputado entre Real Madrid y América. El colegiado señaló el punto central tras el gol de Cristiano Ronaldo en los últimos minutos, para después anular el gol por consejo de sus asistentes que siguen las cámaras de video y una vez más volvió a darlo por válido cuando comprobaron que no existía fuera de lugar en la jugada.

El esperpéntico espectáculo que dio el colegiado con el tanto volvió a dejar en evidencia la utilidad de esta nueva herramienta. Esta nueva norma se implementará por parte de la FIFA en diversos torneos durante los próximos dos años para evaluar los beneficios y desventajas que ésta pueda tener en el juego. Es una medida que solo se podrá intervenir en cuatro situaciones del partido: goles, penaltis, tarjetas rojas o identificación errónea de jugadores.

La FIFA aclara que en este sentido se podrá rearbitrar cualquier clase de dudas que se puedan dar con este tipo de jugadas, pero nunca se podrá aplicar en el caso del fuera de juego. Algo que se antoja poco razonable, ya que por ejemplo en el gol de Cristiano de hoy sí que revisaron su posición para determinar si era válido el gol, pero en lo de ayer de Berrío no podría aplicarse al juzgarse solo la infracción que cometió en el área sobre el jugador de Kashima.

La polémica se encuentra en que al ser un sistema en plena fase de laboratorio, todavía quedan muchos puntos por aclarar. Vacíos legales por así decirlo que el reglamento aún no explica adecuadamente. Por ejemplo, ¿qué habría pasado ayer si Nacional anota un gol en el intervalo de dos minutos que pasó desde que sucedió la acción hasta que la señaló el colegiado? O si nos adentramos en el tema de las rojas, ¿podría pasar que un jugador expulsado erróneamente pudiera regresar al campo sin problemas una vez comprobado el error en el juicio?

Hoy Zidane cuestionó tras el encuentro contra América que la misma FIFA tenga claro como funciona: “No está claro el tema, tal y como se ha demostrado en esta jugada”. Son puntos que deberá ir aclarando la FIFA si finalmente desea incluir esta nueva norma en el reglamento una vez pase la fase de prueba.

De momento, el experimento está siendo un desastre que nadie en el mundo del fútbol quiere aceptar. Si en algo coinciden todos los críticos, es que este sistema desvirtúa el balompié. El deporte perderá la gracia de la polémica que siempre lo ha caracterizado y acabará convirtiéndolo en un juego robótico. Luka Modric como muchos jugadores del Madrid, no acabó nada contento con la herramienta: “Esto no es fútbol y espero que se quite la norma muy pronto”. El problema es que puede confundir incluso al árbitro, como en el juego de hoy donde nunca estuvo claro qué terminaba de señalar.

El videoarbitraje es una de las medidas más revolucionarias que intenta implantar la FIFA. Hasta ahora el mayor avance de la tecnología en el fútbol había llegado con el ojo de halcón para revisar si el balón entraba o no en los goles fantasma. Algo que ya se probó y resultó tener más éxito y mejor acogida como se vio en la última Copa América. Pero este nuevo sistema supone una ruptura en el juego, ya que sus decisiones pueden trascender en el partido de una manera mucho más significativa.

Lo que no queda claro es por qué la FIFA se atrevió a probar esta herramienta si hasta ellos reconocen que cuando preguntaron a los clubes y jugadores recibieron una respuesta negativa. “El mensaje claro que hemos recibido de jugadores y entrenadores del mundo entero es que a todos ellos les gustaría que el árbitro del partido siguiera siendo el responsable de todas las decisiones principales, y por eso se ofrece siempre la opción de que vaya a ver las secuencias de vídeo directamente, en persona”, explicaba David Elleray, director técnico del Ifab, departamento de la FIFA que se encarga de debatir todas estas nuevas normas.