Empresas Pública de Medellín tiene un presupuesto de inversión de US$1.000 millones anuales disponibles para adquisiciones.
Así lo confirmó el gerente general de la empresa, Juan Esteban Calle, quien señaló que esperan dar buenas noticias antes de fin de año en ese sentido. “Tenemos la firme intención de entrar a México, Chile, Brasil y Perú, y seguir con la expansión en Centroamérica. El primer frente será energía, luego aguas y después, gas”.
El directivo señaló que las filiales en El Salvador y Guatemala van muy bien, por encima de las metas y hoy estas empresas representan más del 25% de los ingresos del Grupo. “En Guatemala esperamos poder entrar en el negocio de generación, donde hoy nuestra participación es marginal”.
En lo que hace referencia al mercado nacional, Calle manifestó que ya tienen 25% en el negocio de energía tanto en distribución como en generación, pero con las normas actuales del sector difícilmente podrán aumentar ese porcentaje.
“No vemos coherente que nos restrinjan en energía, mientras no hay tope regulatorio en telefonía móvil en que hay una clara posición dominante de uno de los operadores con el 78% del mercado de voz. En países desarrollados no permiten ese monopolio extranjero que existe en Colombia”.
Otros negocios
En torno al tema de UNE, el ejecutivo precisó que “los resultados son positivos. Somos optimistas frente al futuro de UNE como compañía colombiana pública fuerte en telecomunicaciones. Esperamos que junto a la subasta de espectro para tecnología 4G, salga otra en bandas bajas”.
En cuanto al anuncio de comercializar directamente gas, Calle manifestó que antes de finalizar el año esperan tener, al menos, 10 estaciones funcionando. “En el valle de Aburrá, la idea es llegar a los 22 municipios a donde llegamos hoy con gasoductos virtuales (gas licuado)”.
De otro lado, el gerente de EPM aseguró que la compañía ha sumado pérdidas de US$90 millones ($161.730 millones) por no poder distribuir toda la energía generada, debido a los recurrentes atentados de la guerrilla a torres de energía del Sistema Interconectado Nacional. Las voladuras en líneas de alta tensión afectan seriamente a centrales como Porce III, que no están generando en toda su capacidad, lo que golpea los ingresos de esta empresa multilatina con 45 filiales en Colombia y otros seis países.
Hidroituango
El directivo manifestó que en obras específicas como la de Hidroituango, sienten un buen acompañamiento de la fuerza pública y un compromiso del Gobierno Nacional. “Obviamente, es una zona compleja donde confluyen las problemáticas que se presentan en lugares donde ha habido una ausencia de Estado por años”.
Calle se refirió, además, a posibles retrasos en el cronograma de esta obra y dijo que “independientemente de lo que ha pasado, el compromiso es entrar con las primeras cuatro unidades de generación en diciembre de 2018. Los plazos de las obras principales están en línea con el cronograma y son 2.082 días. La idea es recuperar el tiempo perdido. Daremos inicio anticipado y esperemos que para octubre arranquen las obras”.
Efectos de los problemas de orden público
El gerente de la firma, Juan Esteban Calle, dijo que recientemente contabilizaron 10 torres derribadas. El problema es que cuando dinamitan una torre, así no sea nuestra, se afecta la distribución de EPM y nos ha afectado esta coyuntura de orden público en la zona de embalses de Porce y en lo que tiene que ver con exportación de energía de Antioquia hacia la Costa Caribe. Tenemos pérdidas importantes por atrapamiento de energía en las centrales. El municipio de Medellín ha dejado de recibir en dos años unos US$12 millones por esta causa.