Según el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, los yihadistas querían manipular a las personas como “escudos humanos” en la reconquista de Mosul.
Entre los asesinados, figuran 190 ex miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes y 40 civiles que se negaron a obedecer las órdenes de los militantes del IS (Estado Islámico, por su siglas en inglés), ha anunciado este viernes la portavoz de la oficina de Derechos Humanos de la ONU Ravina Shamdasani en rueda de prensa desde Ginebra. “Muchos de los que se negaron a cumplir órdenes fueron ejecutados de inmediato“, ha agregado citando informaciones reunidas por el organismo internacional.
El control de la urbe, en la que permanecen aún 1,5 millones de habitantes, se ha recrudecido desde que hace dos semanas arrancara la campaña militar para recuperar su control.
El pasado martes la ONU ya alertó de las masacres masivas que el IS está cometiendo en los confines de Mosul. Al menos 50 ex policías fueron asesinados el domingo en la villa en un intento de sofocar las rebeliones que han estallado en los pueblos más próximos al frente de batalla. La oficina de Derechos Humanos de la ONU también ha subrayado este viernes que “decenas de miles” de hombres, mujeres y niños de las inmediaciones de Mosul están siendo usados como escudos humanos por la organización que dirige Abu Bakr al Bagdadi.
Precisamente, los ejecutados corresponden a civiles que rehusaron cumplir las órdenes para cambiar de residencia y trasladarse a viviendas cercanas a instalaciones militares del IS. Según la ONU, el IS ha secuestrado a unas 8.000 familias para tal fin. “Se trata de una cobarde estrategia para dejar a salvo ciertas zonas de las operaciones militares”, ha indicado Shamdasani. Si se tiene en cuenta que cada familia iraquí tiene una media de seis miembros, se calcula que son más de 47.300 civiles los que han sido secuestrados y obligados por los yihadistas a cambiar de domicilio en Mosul.