Mucha ilusión, alegría y un poco de nervios también fueron las emociones que se podían ver en los rostros de los artistas que desfilaron por la alfombra roja de los Latin Grammy 2015, la fiesta latina más importante del mundo de la música, que se celebra en el MGM Grand Garden Arena en Las Vegas, Estados Unidos.

Ceremonia que sería presentada por la querida Jacqueline Bracamontes y Roselyn Sánchez que impactaron a su llegada.

Los ojos inconfundibles del cantante español Alejandro Sanz, fueron una muestra de ese agradecimiento que expresan los artistas cuando su talento es reconocido. Mientras que el presentador Raúl de Molina se encontraba listo para transmitir el evento a través de Univisión.

En la red carpet, desfiló también Miguel Bosé, que fue nominado en tres categorías. Estoy como todos los años, porque me puedo ir como estoy, lo cual no va a cambiar nada; o me puedo ir con algo entre las manos, lo cual será un placer porque dejaré de ser el Al Pacino o el Martin Scorsese de la música, que con ellos hemos hecho un club, dijo bromeando el músico de amplia trayectoria ante la atenta mirada de quienes llegaron para ver a lo lejos a su artista favorito.

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