El filme disputará el galardón durante la ceremonia de entrega de este domingo en Madrid junto a las otras tres finalistas, la argentina «Infancia clandestina», de Benjamín Ávila, la cubana «Juan de los muertos», de Alejandro Brugués, y la mexicana «Después de Lucía», de Michel Franco.

Pese a no estar estrenada todavía en España, «Siete cajas», que cuenta la vida de un joven carretillero en el Mercado 4 de Asunción, fue presentada en el festival de Cine de San Sebastián (norte de España), donde recibió el premio «Cine en Construcción», que garantizó la terminación de la película, un proyecto que comenzó en 1992.

En una entrevista con Efe, sus directores, amigos dentro y fuera de la gran pantalla, muestran su alegría por la nominación a los Goya, y adelantan que sí estarán en la ceremonia de entrega, presentada por la humorista Eva Hache.

«Hemos sido muy fieles a la historia que queríamos contar», afirma Schémbori, para quien la película mantiene un trasfondo social sin ser tan obvio y pretencioso.

Para ella, «Siete cajas», habla de Paraguay y cuenta que aunque la gente no entienda el «Yopará», el lenguaje que utilizan los protagonistas de la película, se ríe y asusta en los mismos momentos, demostrando el lenguaje universal de las interpretaciones de su reparto principal.

«El estar nominados con películas tan hermosas ya es todo un premio», añade la directora paraguaya, que lamenta que en su país todavía no exista una ley marco del cine ni un instituto. «El cine no es sólo negocio, es también cultura», agrega.

Para el rodaje del filme, Maneglia se internó en el mercado protagonista e investigó su vida nocturna, una experiencia de la que destaca todo aquello que no se ve tras los puestos.

«En él, sobrevive un submundo absolutamente distinto al que conocemos, porque hay gente incluso que vive para proteger sus espacios», aclara el director paraguayo.

Por ello, el personaje principal de «Siete cajas», Víctor, está basado en uno de sus carretilleros, con el que Maneglia compartió parte de sus días, y al que define por su ingenuidad y su particular forma de ver la vida.

Su protagonista, interpretado por el actor Celso Franco, se verá involucrado después de un encargo en una trama en la que se mezclará una mafia y el acoso de la policía y el resto de sus compañeros en el mercado.

«Es un homenaje al cine de Hollywood que vimos toda la vida y que no podemos hacer», explica Maneglia sobre la película, que ha cosechado un gran éxito en su país natal, marcado por la baja producción de largometrajes.

Ahora, el director paraguayo espera que tras «Siete cajas», su país despliegue sus esfuerzos hacia el cine de autor, y que la gente se conciencie de que sí es posible vivir del séptimo arte.