Afición y prensa se han cebado con estilo de juego de la Colombia sub-20 en los últimos días. Es un equipo que no enamora a nadie pero que da resultados. Por cuarta ocasión, el técnico de Medellín ha logrado clasificar al joven combinado para un nuevo Mundial.
El Piscis Restrepo es uno de los nombres más comentados por estos días. Sus planteamientos en estos partidos del Sudamericano Sub-20 han recibido muchas críticas. A nadie le convence el juego de los jóvenes. Por mucho que hayan logrado la clasificación al hexagonal que los leva directamente al Mundial, es un conjunto que no encandila a nadie. Pero, ¿es nueva esta situación para el Piscis?
Ya en su primera etapa hace 25 años ocurrió algo parecido. El joven Restrepo de aquella época agarró una generación sub-20 que quedó tercera en la primera prueba del técnico, el suramericano de aquel año. El equipo de Piscis logró la clasificación al Mundial de ese año que se disputó en Australia. También en ese momento recibió duras críticas por el estilo de juego. Era un equipo, aquel también, que no enamoraba a la afición. nadie se identificó con su estilo. Y acabó saliendo. Piscis probó en equipos en Colombia y en Costa Rica, a los que hizo campeón, para regresar a la selección sub-20 en 2012.
Desde su regreso, el conjunto sigue con el mismo curso que dejó. Salió campeón en el primer Suramericano que enfrentó, el de 2013 en Argentina, convirtiéndose en el primer DT colombiano que lo conseguía. Tras esto realizó un gran papel en el trofeo Esperanzas de Toulon, que tan buenos recuerdos ha dejado al país. Restrepo colocó al equipo segundo en el torneo.
Se llegó al Mundial sub-20 con confianza de hacer un buen papel, pero la suerte no estuvo de su lado y acabaron saliendo por la puerta de atrás en octavos contra Corea. Fue entonces cuando comenzaron las dudas por la falta de ideas en el juego de Colombia. Lo mismo con los planteamientos de Restrepo, pero todas estas suspicacias quedaron borradas con el oro de la sub-18 en los Juegos Bolivarianos que se celebraron más tarde en ese mismo año.
Fue en el 2014 cuando esas críticas, se hicieron más fuertes. Su eliminación en la primera ronda del torneo Esperanzas de Toulon lo dejó muy tocado de cara a la opinión pública. Esta sensación también se volvió a corregir con el segundo puesto en el Suramericano 2015, que también le otorgó la clasificación al Mundial. En Nueva Zelanda, volvieron a fracasar estrepitósamente con una nueva eliminación en octavos frente a EEUU.
Comenzó de nuevo el runrún sobre el estilo práctico pero poco ortodoxo para la mayoría. Esa es la máxima que ha marcado la carrera del Piscis restrepo. Un técnico cuyos esquemas son parcos en ideas pero efectivos en resultados. Su futbol no enamora a nadie pero los números lo avalan. Por cuarta ocasión ha llevado al combinado sub-20 al Mundial. Las críticas sobre si juego seguirán, pero nadie podrá dudar de su trabajo.