Cali es una de las ciudades más grandes e importantes del país y su nuevo alcalde, Jorge Iván Ospina, enfrenta una serie de retos importantes para los próximos cuatro años.
En Cali se juega el futuro de la Empresa Municipal de Servicios Públicos. La compañía debe ser estructurada totalmente para salvar el área de telecomunicaciones.
El sistema de transporte masivo, el MIO, en un punto crucial afectado por la informalidad, piratería e ilegalidad en la movilidad en Cali. La ciudad está pendiente del millonario pago de $189.000 millones de un laudo arbitral, que obligó a que el sistema quedaba bajo el régimen de reestructuración de empresas.
Se juega también la transformación de Cali de municipio a Distrito Especial, según la ley aprobada en el Congreso de la República.
Igualmente uno de los mayores retos es la movilidad impactada y en un momento casi que de colapso por obras en el sur de Cali, las que están atrasadas, a pesar de las millonarias inversiones en créditos.
Uno de los mayores retos tiene que ver con el cumplimiento de las llamadas Megaobras, aprobadas y pagadas por los caleños hace diez años, que no se han ejecutado en su totalidad.
Está también en la agenda de la ciudad lo que pasa con la seguridad ciudadana, impactada porque Cali es corredor del narcotráfico del norte del Cauca, que ha convertido a la capital del Valle en la ciudad con mayor índice de muertes violentas en el país, con cerca de 50 por cada 100.000 habitantes.