Durante su visita a Israel, el presidente norteamericano Barack Obama aseguró el apoyo de Estados Unidos al pueblo judío, pero solicitó ser benévolo con sus vecinos y “mirar el mundo a través de sus ojos”.

En un discurso cuidadosamente elaborado, Obama habló en términos sublimes sobre la historia de Israel y sus ideales, señalando una y otra vez como EE.UU ha permanecido como su aliado, y asegurando que actualmente, continúan comprometidos con la seguridad de Israel.

Sin embargo, lo más destacable de su discurso, fue la conciliación con la nueva generación de israelíes que no comparten necesariamente los puntos de vista endurecidos por los judíos ortodoxos,

“Reconozco que hay personas que son simplemente escépticos acerca de la paz, pero cuestionan su premisa fundamental, y eso es parte de la democracia y el diálogo entre nuestros dos países”, manifestó Obama en su discurso en el Centro de Convenciones de Jerusalén. Sin embargo, también mostró equilibrio y recato en cuanto a la guerra asegurando, “es importante ser abierto y honesto con los demás. Políticamente, dado el fuerte apoyo entre Israel y Estados Unidos, lo más fácil para mí, sería poner a un lado este tema del conflicto y expresar nuestro apoyo incondicional a Israel con lo que decida hacer”.

“Ponte en los zapatos de los demás, y mira el mundo a través de sus ojos”, dijo. «No es justo que un niño palestino no pueda crecer en un Estado tranquilo, y viva con la presencia de un ejército extranjero que controla los movimientos de sus padres, todos los días. No se trata solamente de la violencia contra los palestinos y si queda impune. No es justo evitar que los palestinos trabajen sus tierras o desplazar a las familias palestinas de sus hogares”.

«Ni la ocupación ni la expulsión es la respuesta», dijo. «Al igual que los israelíes construyeron un Estado en su tierra natal, los palestinos tienen derecho a ser un pueblo libre en su propia tierra.»