Los seres humanos somos unos mentirosos, al menos, lo hacemos de forma bastante habitual en nuestro día a día, aunque sean mentiritas sin importancia. Esto contrasta con otras especies de nuestro planeta, si bien la mentira está relacionada con otro aspecto propio del ser humano. ¿Por qué mentimos tanto? Dicen los expertos que es una cuestión de autoestima. La mentira ha sido una de las temáticas más estudiadas por la ciencia durante años.
Un estudio de la Universidad de Massachusetts, por ejemplo, da las claves de por qué los humanos mentimos. En cuanto una persona siente que su autoestima está siendo amenazada, comienzan a mentir y, dependiendo del nivel de amenaza, se comenzamos a mentir de forma más intensa. Hay que dejar claro que la mentira no es siempre negativa o perjudicial. De hecho, en muchos casos mentir es una forma útil de defender nuestra intimidad, proteger a otras personas o evitar disgustos innecesarios.
Los estudios confirman que solo los humanos están diseñados para engañarse a sí mismos y a los demás, y en muchas ocasiones somos incapaces de separar la verdad de la ficción. Pruebas realizadas por la citada universidad a una serie de voluntarios, demuestran que el 60% de las personas mienten al menos una vez durante conversaciones de 10 minutos. La gente casi miente reflexivamente, forma parte de sus discusiones sociales.
El motivo de nuestras mentiras
Y, al contrario de lo que se piensa, no lo hacemos para impresionar a otras personas. Al menos de forma habitual. Los humanos mentimos para mantener una visión de nosotros mismos coherente con la forma en que nos gustaría que ser. Queremos agradar, que las situaciones sociales sean más sencillas y amigables, que los demás se sientan mejor, etc. Datos curiosos es que los extrovertidos suelen mentir más. Además, los hombres suelen mentir más para potenciar sus cualidades, mientras que las mujeres suelen hacerlo para que las otras personas se sientan mejor.
Estudios de la Universidad de Alberta demuestran que uno de los lugares en donde más mentimos es en el entorno laboral. De hecho, las personas están más dispuestas a mentir a sus compañeros de trabajo que a los desconocidos. Nuevamente para proteger nuestra autoestima en un lugar en el que solemos estar con más personas.