En el marco de la celebración del día mundial del corazón, es importante recordar cómo cuidarlo para prevenir: “El riesgo cardiovascular“, enfermedades que podrían causar la muerte, afecciones graves o simplemente, cómo hacerlo feliz.
El corazón es tal vez el órgano por el que más nos preocupamos. Se acelera y desacelera en los momentos de la vida más emocionantes o tristes, nos avisa cuando algo en nuestro cuerpo no está bien y aun así no conocemos muy bien los cuidados que podemos brindarle.
El corazón tiene un funcionamiento inteligente, es una maquina de vida. En promedio se contrae de 60 a 100 veces por segundo, forma parte del aparato cardiovascular junto con las arterias, capilares y venas.
El corazón es el elemento fundamental para el transporte de las sustancias que las células y tejidos de nuestro cuerpo requieren para poder funcionar. Este órgano vital permite eliminar y purificar los desechos de sangre que se van produciendo.
El funcionamiento de este órgano es todo un circuito, a través de las arterias que salen del corazón la sangre puede viajar a gran velocidad, al llegar a los capilares reduce su rapidez para permitir el intercambio de oxigeno y dióxido de carbono. La sangre se devuelve al corazón por medio de las venas y vuelve a empezar su ciclo una y otra vez.
Enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades del corazón tienen una influencia negativa sobre todo el organismo, cuando algunos de los miembros del corazón tienen mal funcionamiento, se pueden presentar diversos cuadros clínicos, que si no son tomados en cuenta y tratados a tiempo pueden causar a largo plazo insuficiencias cardiacas.
Dentro de las afecciones más frecuentes que afectan el funcionamiento cardiaco se encuentras las enfermedades valvulares, que afectan las válvulas del corazón; las miocardiopatías, afección del musculo que forma la pared del corazón y la cardiopatía isquémica que afecta los vasos que bañan el musculo cardiaco (arterias coronarias).
Los síntomas habituales para determinar si el corazón está padeciendo de molestias son los siguientes:
Disnea: Dificultad para respirar habitualmente desencadenada por el esfuerzo pero que en casos severos se da también en reposo.
Angina de pecho: Dolor fuerte y opresivo en la parte anterior al pecho. Se produce por falta de riego del corazón (isquemia).
Palpitación: sensación anormal del latido del corazón que se percibe en el pecho.
El ABC del cuidado del corazón
Aunque sabemos que nuestro corazón está expuesto constantemente a sufrir de alguna enfermedad y que nuestras actividades pueden causar el mal funcionamiento del mismo, no ponemos en práctica las recomendaciones de los expertos.
Según los expertos mantener el buen funcionamiento de nuestro órgano vital es así de fácil:
Vigile su peso: tener un control sobre las medidas de la cintura es vital para controlar los kilos de más. Estudios médicos aseguran que la mayoría de grasa extra de nuestro cuerpo se acumula en el área abdominal. Es necesario controlar la ingesta de calorías y mantener al margen el índice de masa corporal, que no debe ser superior a 25.
Una dieta equilibrada: Mantener una alimentación adecuada es la mejor opción para conservar la salud del corazón. Varios estudios científicos aseguran que la dieta mediterránea es la mejor para cuidar el corazón.
Consiste en alimentos bajos en grasa y un alto consumo de legumbres, pescado, aceite de oliva, frutas y verduras. Estos alimentos disminuyen considerablemente el riesgo cardiovascular, contrario a la ingesta de grasas trans y saturadas que incrementan la posibilidad de padecer enfermedades cardiacas. Por supuesto, dentro de esta y todas las dietas el consumo moderado de alcohol es determinante para el buen funcionamiento del organismo.
Aléjese del cigarrillo: Este es el consejo más común por parte de los médicos hacia los pacientes, el consumo de cigarrillo afecta el sueño, los pulmones, el corazón, incluso el mismo cerebro.
El consumo de tabaco está relacionado con el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, por estar vinculado al daño de arterias y sangres. Este elemento también está relacionado con problemas de hipertensión y sobrepeso.
Frene la hipertensión: Sufrir de tensión arterial alta favorece la aparición de enfermedades coronarias. Los expertos consideran que los adultos tienen la tensión alta cuando esta es superior a 140, o es baja cuando es igual o superior a 90. Normalmente una persona sana no debería superar los 120 de sistólica (alta) y los 80 de diastólica (baja).
Ejercite su cuerpo y mente: Practicar actividades físicas de manera habitual favorece el funcionamiento del músculo cardiaco, disminuye la presencia del colesterol en la sangre y reduce el estrés considerablemente, afección que contribuye con el mal funcionamiento del corazón. El consejo más sano es tomarse las actividades cotidianas con calma, tener una filosofía de vida positiva y practicar deportes que hagan feliz cuerpo y alma.
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