Esteban Santiago, de 26 años, había servido en el Ejército de los Estados Unidos en la guerra Irak y vivía en Alaska, donde le trataban por una enfermedad mental que padece. Por tal motivo, las autoridades descartaron que se tratara de un atentado suicida o un ataque terrorista organizado, sino que se trataría más bien de una acción individual.
Las autoridades de Estados Unidos, en medio de las investigaciones que están realizado tras el tiroteo presentado el pasado viernes en el aeropuerto de Fort Lauderdale, donde se registró la muerte de cinco personas, han encontrado en el atacante un perfil psicológico bastante revelador.
Esteban Santiago, de 26 años, había servido en el Ejército de los Estados Unidos en la guerra Irak y vivía en Alaska y recibía actualmente tratamiento psicológico. El presunto asesino nació en Nueva Jersey y sería de raíces puertorriqueñas, según trascendió en los medios locales. Inicialmente, Santiago arrancó desde Alaska, pasó por Minneapolis y finalmente paró en Fort Lauderdale con destino a Naples. Al parecer, el hombre trabajaba como guardia de seguridad en Alaska y vive junto a su novia y su hijo.
El gobernador de Florida, Rick Scott afirmó que “no vamos a tolerar ningún evento de violencia. No queremos que esto suceda otra vez”, manifestó. Testigos del siniestro dijeron haber visto al tirador discutiendo con un pasajero del vuelo de la aerolínea Delta. Aunque no se tiene claro si por tal motivo, inició el tiroteo. El CEO de la aerolínea, Ed Bastian, ofreció condolencias a las familias de las víctimas en un comunicado.
Bryan Santiago, hermano del presunto tirador, confirmó a la agencia de noticias AP que Esteban creció en Peñuelas y confirmó que sirvió a la Guardia Nacional en el 130 Batallón de Ingenieros, donde fue enviado a Irak en 2010 por un año, en la 1013 Compañía de Ingenieros de Aguadilla, según el mayor Paul Dahlen, vocero de la Guardia Nacional de Puerto Rico.