Seis cuestiones para explicar el Brexit del Reino Unido

Ayer arrancaron las conversaciones para pactar el Brexit, un proceso de vital importancia tanto para Reino Unido como para la Unión Europea. A continuación, diseccionamos el proceso de desconexión en seis claves:

1. ¿Por qué abandona Reino Unido la Unión Europea? Para sofocar la división que Bruselas siempre había provocado entre los conservadores británicos, David Cameron cedió con un referéndum que, el pasado 23 de junio, certificó una inesperada salida. No obstante, el terremoto político generado motivó retrasos y el proceso no arrancó oficialmente hasta el 29 de marzo, cuando Theresa May invocó el artículo 50 del Tratado de Lisboa.

2. ¿Cuánto tiempo hay para negociar? Técnicamente dos años, aunque el margen podría ampliarse si las partes lo desean. No en vano, en términos prácticos el plazo llega hasta octubre del próximo año, puesto que hay que dejar tiempo para que lo aprueben Westminster, la Eurocámara y la Comisión Europea. Por ello, se asume que serán necesarios acuerdos transicionales más allá de marzo de 2019.


3. ¿Cómo podría afectar la situación política? El margen del Gobierno ha quedado severamente reducido tras la pérdida de la mayoría absoluta que los tories ostentaban hasta el 8 de junio. La premier británica Theresa May adelantó las elecciones generales para ampliar su hegemonía, pero el varapalo electoral la deja expuesta a la voluntad de un partido profundamente dividido en materia de Europa y a la necesidad de hallar consensos en el Parlamento.


4. ¿Cuáles son los principales contenciosos? Para empezar, Reino Unido quería abordar en paralelo la negociación del divorcio y la de la relación comercial, una ambición descartada por una Unión Europea que quiere resolver primero el futuro de los ciudadanos comunitarios en suelo británico, la factura de la ruptura, que podría ascender a 100.000 millones, y el nuevo encaje de la frontera con Irlanda.


5. ¿Qué significan ‘Brexit duro’ y ‘Brexit blando’? Es la denominación popular para referirse al grado de separación de los futuros exsocios una vez completado el proceso. El Brexit duro implicaría romper sin matices con el mercado común, la unión aduanera y la jurisprudencia del Tribunal de Justicia. El blando, mientras, supondría mayor cercanía con el bloque comercial, con concesiones como aceptar el movimiento de personas.


6. ¿Qué pasa si no hay acuerdo? Para empezar, Reino Unido quedaría al amparo de la Organización Mundial de Comercio, lo que acarrearía control de aduanas y costosas tarifas, tanto para las importaciones como para las ventas al exterior. May está dispuesta a este desenlace, antes que aceptar términos que no convengan, pero el coste económico sería monumental.