Detrás del verdadero malestar del Presidente Nicolás Maduro con el presidente Santos por su reunión con el líder opositor Henrique Capriles, hay un motivo más sutil, pero no menos profundo y permanente: las voces de los reconocidos estrategas en comunicaciones, JJ Rendón y Miguel Silva que le hablan al oído a gobierno colombiano y que son de la entraña de la oposición Venezolana.

La tempestad comienza a bajar, y las relaciones entre Venezuela y Colombia poco a poco se normalizan. «El deseo que yo tengo como presidente de la República y que tiene todo nuestro pueblo es tener reglas del juego claras con el Gobierno del presidente Santos, que se reconstituyan las reglas del juego que fueron rotas por parte del Gobierno de Colombia», señaló el presidente Maduro el pasado martes ante el Consejo de Estado de su país. Eso significa que la diplomacia está haciendo su trabajo.

Sin embargo, en el corazón de Maduro permanece una molesta espina que le recuerda todos los días que de este lado de la frontera hay dos nombres que para la Revolución Bolivariana son como tizones encendidos que atizan el fuego.

Se trata de los consultores políticos y expertos en marketing Miguel Silva y JJ Rendón. El primero es uno de los socios principales de la firma FTI Consulting, quien asesoró al entonces candidato Henrique Capriles en la elección presidencial que perdió contra el expresidente Hugo Chávez en el año 2011 y también en la reciente campaña en la que como ya se conoce, por poco le gana al candidato heredero.

Incluso algunas fuentes cercanas a la Casa de Nariño afirman que fue precisamente Miguel Silva quien propició la reunión entre Capriles y Santos, debido a la cercanía que tiene con los dos líderes políticos, a pesar de que altos funcionario del gobierno, encargados de asuntos pilares del gobierno, como la canciller María Ángela Holguín y algunos de los negociadores en la mesa de la Habana no estuvieron de acuerdo.

Silva es un reciente asesor de imagen del Presidente colombiano, y es el autor del nuevo slogan del Estado colombiano: Justo, Moderno y Seguro. Las iniciales de estos tres valores coinciden con las iniciales del nombre del mandatario, y serán el “caballito de batalla” en los 13 meses que le restan a Santos al frente a este periodo de gobierno y por supuesto, con miras a la reelección.

El otro “obstáculo” entre la revolución socialista y el gobierno de Juan Manuel Santos es el polémico experto en marketing político JJ Rendón. No es un secreto que el asesor ha criticado duramente el proyecto político que encabezó Chávez y que ahora comanda Nicolás Maduro, y que su afinidad está del lado de Capriles. De hecho se le atribuye a Rendón haber convencido a Capriles de que en su última contienda, debía mostrarse cercano a los símbolos “bolivarianos”, estrategia que pudo servir para conseguir los 700 mil votos que le arrebató al chavismo en tan solo siete meses.

De hecho, antes de iniciar la lucha por la presidencia en 2011, el líder opositor buscó a Rendón para que fuera el asesor de su campaña pero el experto en marketing político declinó la propuesta y por eso la oposición fue a buscar a Miguel Silva y su empresa de consultoría.

A pocos días de la reñida contienda electoral, que le dio el triunfo a Maduro sobre el opositor, Rendón señaló que “la única forma de que pierda Capriles es por fraude” y señaló entonces que “el carisma no se hereda. Tú te pones la capa de Supermán y no vuelas”.

La relación entre Santos y JJ Rendón es de vieja data. Cuando el actual mandatario perdía popularidad para las elecciones de 2010, el asesor venezolano llegó a su campaña para revolucionar el concepto publicitario para mostrar un candidato agresivo y ganador. La mano de Rendón fue fundamental para la victoria del Presidente ante una Ola Verde que alcanzó a asustar a las toldas de la U.

Rendón también asesoró los primeros años del gobierno Santos hasta que se mudó a México para acompañar la campaña de Enrique Peña-Nieto del PRI hacia la presidencia. El asesor mantuvo contacto cercano con el presidente colombiano.

La cercanía de Silva y Rendón tanto a la oposición venezolana como al gobierno colombiano, ha puesto a tambalear la confianza de Maduro hacia nuestro país, y que sabe el concurso que ha tenido para posibilitar el proceso de paz, y que además, ve constantemente ataques y conspiraciones dentro de su nación y de otras muchas partes del mundo, tiene ese argumento para sentir que el lazo que lo une con Colombia, tiene hilos que se pueden romper, como quedó en evidencia, porque sienten que tienen a dos de sus enemigos en “nuestra casa”.