Por medio de un procedimiento científico, un grupo de investigadores logró intervenir ratas de laboratorio para manipular sus sueños, un nuevo avance que permitirá acercarse a los sueños en los seres humanos.
Un grupo de neurocientíficos del Massachusetts Institute of Technology (MIT), logró manipular el contenido de los sueños de un grupo de ratas de experimentación. Por medio de estímulos externos los estudiosos lograron ejercer control sobre los animales, haciendo que estos cambiaran sus sueños.
Para lograr el resultado, los científicos ejecutaban sonidos mientras los animales dormían, el primer sueño de los animales tenía las siguientes características:
El animal camina por un laberinto en busca de un pedazo de queso, los bigotes rozan las paredes que le sirven de orientación mientras su olfato le indica en dónde está ubicado su queso. De repente, la rata escucha un sonido que lo hace desviar hacia la derecha. Se decidió por ese camino al haber escuchado el sonido introducido por los investigadores.
La conclusión fue que las ratas, al escuchar el estímulo condicionado por los investigadores, asociaron el sonido con una decisión, el sueño termina con la llegada del animal en donde estaba el queso.
Matt Wilson, líder del grupo de investigadores, intenta comprobar que el hipocampo trabaja para consolidar la memoria durante el sueño. Mientras las personas duermen, el núcleo del cerebro trabaja a un ritmo intenso repitiendo lo acontecido durante el día y produciendo la fijación de los recuerdos.
Aunque el funcionamiento de los sueños ya había sido estudiado en varias ocasiones, esta nueva investigación plantea la posibilidad de alterar los sueños desde el exterior.
El experimento
La razón para experimentar en ratas radica en que estos animales, al igual que los humanos, sueñan con los hechos que le han ocurrido durante todo el día. Para determinar lo que los animales soñaban, los especialistas realizaron el siguiente procedimiento:
Monitorearon la actividad cerebral durante el sueño para comprobar que los animales soñaban con el laberinto en el que habían estado durante el día y en donde habían sido sometidos al estimulo auditivo, al que más tarde responderían durante el sueño.
Después de comprobar que las ratas soñaban con el laberinto, , el equipo de Matt Wilson introducía el sonido desde la realidad externa y observaba la reacción en el monitor: la señal cerebral indicaba que las ratas elegían el camino condicionado por el sonido fuera del sueño.
Los resultados “indican que la repetición de sueños puede ser manipulada por estimulación externa y ofrece mayores evidencias sobre el papel de la recreación en el hipocampo en la consolidación de la memoria”, afirman los estudios.
Los investigadores aseguran que los resultados de esta investigación plantea la posibilidad de manipular, bloquear o ampliar, la fijación de memorias durante el sueño, un campo que tendría implicaciones bioéticas, al tratarse de una manipulación cognitiva.