Eduard Camacho, un hombre de 43 años, dueño de una licorera en el barrio El Refugio en la localidad de Fontibón, fue asesinado por sicarios que llegaron a su negocio, haciendose pasar por clientes.
Los hombres armados esperaron a que el dueño de la licorera les diera la espalda y sin mediar palabras le dispararon en varias oportunidades, uno de los disparos en la cabeza, por lo que quedó tendido en el piso.
Minutos después de haberse producido el asesinato llegaron uniformados de la Policía quienes atendiendo el llamado de la comunidad le trasladaron al Hospital de Fontibón, donde a pesar de ser atendido murió por la gravedad de las lesiones que tenía.
De acuerdo con las primeras indagaciones, Camacho había recibido amenazas de una banda delincuencial que tiene azotado el sector.