La cabeza de Hugo Acero no es la solución a la inseguridad en Bogotá

Durante las últimas semanas en el Concejo de Bogotá, se habla de la intención de algunos de sus miembros de llevar a cabo un debate de Moción de Censura al Secretario de Seguridad Hugo Acero por los constantes hechos de violencia en la capital del país, que han cobrado la vida de algunos ciudadanos.

¿Será que con la salida de Hugo Acero del cargo se acaba la inseguridad en Bogotá? ¿Será que con descabezar al funcionario, de manera instantánea se conocerá la verdad de los hechos ocurridos en medio de los disturbios del 9 y 10 de septiembre?

Es ingenuo si quiera imaginar que esto va a ocurrir, y más bien lo que si se va a provocar es que Bogotá sea privada de uno de los funcionarios de la Alcaldía con mayor capacidad para darle solución a un problema que como este, se salió de control porque se lo dejó crecer desde administraciones pasadas.

El secretario de Seguridad comete un error y es querer escudarse en las cifras y es por esto que se le escucha decir que, “sí, que mataron a determinado ciudadano y que robaron a unos cuantos más, pero que las cifras bajaron”, como buscando aplausos.

No doctor Acero, esto no merece aplausos ni es para estar tranquilos. Ningún ciudadano se va a calmar porque los números sean menores, porque el solo hecho de escuchar o de ser testigo de determinado delito o lo que es peor, ser víctima de este, llena de intranquilidad a cualquiera.

A los bogotanos y bogotanas poco les interesan las cifras, lo que realmente les importa es que los delincuentes no ronde las esquinas y que la convivencia mejore en los barrios y localidades de la ciudad. Por supuesto que los números se necesitan para medir el delito, pero no van a calmar los ánimos en el momento en que se conozca un hecho violento que ocurrió en las vías o al interior de un bus del TransMilenio o del SITP.

Considero que es mejor que el doctor Hugo Acero se calme y piense lo que va a decir en los micrófonos del periodismo nacional, porque con este tipo de declaraciones, solo les suministra combustible a quienes quieren obtener un triunfo político sobre la alcaldesa Claudia López tomando su cabeza como trofeo.

Es muy cierto que en Bogotá hay mucha inseguridad, pero también es cierto que esto viene creciendo desde la Alcaldía de Gustavo Petro, sin que el problema presentara grandes mejorías durante el segundo tiempo de Enrique Peñalosa. No se puede esperar que la solución llegue como sacada del bolsillo, cuando es claro que aquí hay un fenómeno de criminalidad que se ha incrustado y en el que la justicia no ha puesto su granito de arena, porque deja libres a los delincuentes a las pocas horas en que la Policía les captura.

En lugar de estar pensando en ganar trofeos políticos queriendo cobrar la cabeza del secretario de Seguridad, los concejales deberían pensar en la manera más efectiva de ejercer control político a la Alcaldía de Claudia López, obligándole a trabajar en armonía con la Policía, Fiscalía, Ministerio de Justicia, Ministerio del Interior y las gobernaciones de los departamentos y municipios vecinos para acabar con el problema de inseguridad, que en Bogotá parece haberse salido de control.