Por: Juan Camilo Castellanos M.
Entre tantas historias de nuestro Congreso de la República, que darían para un libro completo, Gustavo Bolívar, el hoy candidato a la alcaldía de Bogotá, también ha escrito un pequeño capitulo que se circunscribe en pocas líneas ya que estuvo solo un periodo en el ejercicio del cargo y en el segundo periodo solo un año, incumpliendo y traicionando a un electorado que lo eligió, aun cuando fuera en lista cerrada, las razones económicas que expuso para su retiro, además de inauditas, hoy son insostenibles, pues un alcalde de Bogotá gana menos salario que un congresista.
Otra de las cortas líneas de este capítulo, resonarán in saecula saeculorum hasta que alguien lo supere, cosa que veo difícil, pues consiste en que Gustavo Bolívar es el único congresista en la historia que ha sido derrotado por el voto en blanco en una elección concertada y producto de acuerdo políticos entre las bancadas del congreso, hecho casi que irrisorio si se piensa que en el contexto y la dinámica propia de las elecciones a mesas directivas en estos tiempos, lo más difícil es ser el ungido por tu bancada, el resto es mero trámite.
Me explico, las bancadas de cada partido llegan a acuerdos de ocupación de los cargos en la mesas directivas para que de manera democrática, partidos de gobierno o de oposición mayoritarios o no, puedan tener representación en estas mesas directivas del Congreso a lo largo de los cuatro(4) años del periodo constitucional, es así que una vez concertados a qué partido le corresponde el turno de una presidencia, vice presidencia o primera vice presidencia, es decisión interna de cada partido o bancada escoger el nombre del personaje que ocupará como tal el cargo en su representación.
Eso fue lo que sucedió el 20 de julio de 2020 en el último periodo de legislatura, a los partidos de oposición les correspondía tener la primera vice presidencia del Senado, esta bancada eligió al Senador Gustavo Bolívar como el representante para dicho cargo, sin embargo, al momento de la votación, oh sorpresa¡ sacó solo 32 votos en su favor y 66 en blanco, es decir ni siquiera sacó los votos de otros senadores de la oposición, de su propia bancada, hecho este que hábilmente aprovechó el Partido Verde, también de oposición al Gobierno Duque y postuló a Iván Name quien fue el elegido.
Hemos revisado en los anaqueles de la historia reciente y no tan reciente de nuestro Congreso, desde su nacimiento por allá el 27 de noviembre de 1811, cuando se suscribe el “Acta de Federación de la Provincias Unidas de la Nueva Granada”, nuestro primer Congreso que fue conformado por: José Manuel Restrepo, diputado de la Provincia de Antioquia; Enrique Rodríguez, por Cartagena; Manuel Campos, por Neiva; Camilo Torres, por Pamplona y Joaquín Camacho, por Tunja.
Épocas aquellas, cuando se acordó que el tratamiento al Congreso sería de “Alteza Serenísima”, el del Presidente de “Excelencia” y el de los parlamentarios, que no recibirían ningún salario, de “Señorías”, pasando por la etapa de 1896, Cuando Rafael Uribe Uribe era el único congresista Liberal en medio de 60 congresistas conservadores, aun así sacando adelante Leyes con votación de amplia mayoría pese a las dificultades propias que tiene ser el único vocero en medio de una abrumadora mayoría contraria y sectaria.
Pasamos por la época en que fue cerrado el Congreso por el conservador Mariano Opina Pérez en 1949, teniendo como excusa el enfrentamiento “a bala” entre los representantes Gustavo Jiménez y Carlos del Castillo, que cobró la vida de Jiménez, liberal asesinado por un disparo en su garganta propinado por el general y representante conservador Amadeo Rodríguez, días después producto de una herida en la pierna por esos disparos parlamentarios murió el tribuno Liberal Jorge Soto del Corral, de quien Gaitán decía, “mi alumno en las aulas de la Universidad Libre, mi maestro en la tribuna pública”.
EL magnicidio del caudillo del pueblo, el Liberal Jorge Eliecer Gaitán Ayala en abril de 1948, había generado un estado de caos, eran épocas aciagas en que el país vio todos los retrocesos que fueron posibles luego de los pocos avances democráticos conquistados por el pueblo y el apoyo de los liberales Enrique Olaya Herrera y Alfonso López Pumarejo, se adelantaron las elecciones presidenciales y Laureano Gómez, el leopardo mayor, tuvo una derrota monumental, no se pudo posesionar ante el congreso porque estaba cerrado.
Luego de todo este recorrido evidenciamos que se han dado derrotas de todo tipo, pero jamás una como ser derrotado por el voto en blanco y pareciera que este tipo de derrotas sigue persiguiendo al Bolívar de Girardot, pues en la reciente encuesta de Gauss, contratada por el pacto histórico para elegir quien sería su candidato a la alcaldía de Bogotá para el periodo 2024-2027, resultó ganador el voto en blanco con un 46 %, seguido por Gustavo Bolívar con un 23% y Camilo Romero con un 5.2%, es decir, ni en sus propias filas lo respaldan de manera contundente para ser el alcalde.
Falta mucha tela por cortar, es cierto, la campaña ya calentó motores, ya arrancaron en el lote, pero ser el candidato oficial luego de una derrota por el voto en blanco entre su propio electorado, impone cuando menos un reto, tendrá primero que ganarle a la indecisión del 15% en sus propias filas, luego al 46% del voto en blanco en una ciudad que se identifica con el pacto histórico en un 33% y luego sí al electorado en general de la ciudad, amanecerá y veremos.