El CEO de A22 Sports Management -empresa encargada de poner en marcha la Superliga-, Bernd Reichart, insistió este viernes en que la Superliga Europea “no está muerta, sino que está muy viva”, después de la opinión del abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), antes de la sentencia en la primavera de 2023.
“Es una opinión del abogado general, la sentencia llegará en la primavera del año que viene. La Superliga no está muerta, está muy viva”, aseveró Reichart en el Desayuno Informativo de Nueva Economía Fórum.
El evento contó con la presencia del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, clubes impulsores del proyecto de la Superliga Europea, junto a la Juventus. El ex mandatario del club italiano Andrea Agnelli también estaba invitado, pero finalmente no acudió por un problema con su vuelo desde Turín. Además, el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, también acudió al Hotel Mandarín Oriental Ritz, aunque no presenció el acto.
Reichart explicó que la “misión” del proyecto es clara: mejorar las competiciones europeas de fútbol y elaborar propuestas “para solucionar los problemas del fútbol”. “Es muy necesario y necesita de un diálogo abierto con todas las partes. Primero los clubes, crecer en un sistema innovador, devolver el entusiasmo a los aficionados y encontrar una estabilidad económica”, relató.
“El sistema UEFA se ha aplicado durante 70 años, algunos clubes temen sanciones, aunque cada vez menos. En las últimas semanas hemos conversado con más de 30 clubes y comparten el diagnóstico que hacemos de los problemas del fútbol europeo. Saben que los cambios son muy necesarios, confirman que no se debe seguir en esta dirección. Los clubes quieren ser los dueños de su propio destino”, recalcó.
Reichart recordó que el proyecto de la Superliga “no es elitista ni para ricos” y cargó contra el presidente de LaLiga, Javier Tebas. “Cada vez que habla aprendemos más sobre nuestro propio proyecto”, bromeó respecto al estudio presentado junto a KPMG sobre las posibles pérdidas y daños que generaría la posible competición.
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