Hubo que esperar 12 meses más de lo normal en un ciclo olímpico para volver a ver a Mariana Pajón en el podio olímpico, esta vez ocupando el segundo cajón del BMX y convertida en la primera colombiana con 3 medallas olímpicas.
Noventa centésimas de diferencia con la rival británica no le permitió ganar su tercer oro olímpico, en esta noche de gloria para el bicicrós puesto que minutos antes Carlos Alberto Ramírez se embolsillaba el bronce en la carrera masculina en Tokio 2020.
A toda velocidad. Así va la vida de Mariana Pajón Londoño desde aquel 10 de agosto, cuando luego de pedalear durante 38,845 segundos en el tercer ‘heat’ de la final femenina de BMX de Londres 2012, se metió en la historia del olimpismo colombiano y de los titulares del mundo al ganar la medalla de oro.
Cuatro años después la misma película rodó en la pista de Rio de Janeiro. Desde el calentamiento saludó la tribuna abarrotada de solo colombianos que acompañaron su consagración como bicampeona olímpica. Terminó con un tiempo de 34.093, en Londres había hecho 37.706.
Nació para el deporte del mundo cuando apenas salía de la cuna. Tenía 4 años y no existía categoría de niñas. Fue en unos campeonatos locales cuando compitió solo con niños que tenían 5 y 6 años y se llevó el primer lugar.
Empezó a practicar el bicicrós porque el papá y el hermano lo hacían.
Sufrió una fractura de clavícula cuando tenía cinco años. Su madre incluso intentó incitarla a la práctica de la equitación y la gimnasia, sin mucho éxito. Corría el año 2000 cuando a sus 9 años de edad obtuvo en Argentina su primer título, en una competencia en la que fue la única mujer.