El Real Madrid selló este miércoles su paso a los octavos de final de la Champions League, tras vencer por un plácido 3-0 al Sporting de Braga portugués en la jornada 4 de la fase de grupos del torneo, gracias a los goles de un entonado e influyente Brahim Díaz, y los brasileños Vinícius Júnior y Rodrygo Goes, en un duelo sin minutos para un tocado Jude Bellingham ni el lesionado en el calentamiento Kepa Arrizabalaga.
El conjunto de Carlo Ancelotti recuperó sensaciones a base de goles tras el tropiezo ante el Rayo Vallecano, manteniendo también su pleno continental, para liderar ahora el Grupo C con 12 puntos. Sin embargo, y tras un penalti parado por Lunin, le costó entrar en un partido en el que emergió Brahim Díaz, sustituto de Bellingham, para desatascar a los blancos.
En la segunda mitad, el Real Madrid abrumó a un Braga sin intensidad y más hundido por el 2-0 de Vinícius, que también asistió a Rodrygo para redondear la goleada con una bonita vaselina para el definitivo 3-0.
No pudo empezar peor el partido para los madridistas. Apenas había pitado el colegiado turco cuando este señaló penalti de Lucas Vázquez al lateral del conjunto portugués Borja, que combinó bien con Bruma dentro del área y el lateral gallego lo derribó con el brazo. Pero, para alegría de los locales, Lunin, que entró por la baja de última hora de Kepa, lo detuvo, después de que el lanzamiento del español Djaló fuera sin demasiada potencia.
El grave aviso activó a los de Ancelotti y a todo el Santiago Bernabéu, algo aletargado al principio por el frío en la capital. Y el peligro pasó de área a área, primero con una buena internada de Vinícius por la izquierda y después con un gol de Brahim Díaz que no subió finalmente, por falta previa dentro del área del extremo carioca.
El Braga, sin protagonismo con balón, se refugiaba en jugadas aisladas, y tuvo una muy clara tras otro error de un desconectado Lucas Vázquez. El lateral derecho peinó un balón hacia atrás dejándolo franco para Bruma, que sentó a Mendy con un gran regate, pero el ’17’ apareció para desequilibrar al delantero, quizá con excesiva fuerza.
Ya sin la presión de un marcador corto y con el billete a octavos en el bolsillo, los merengues hicieron gala de su juego más vistoso y ofensivo, viendo incluso como Nacho o Rüdiger se animaban al ataque. Esto dio más viveza y ritmo al partido, convirtiéndose en un toma y daca en el que el Braga también quería sacar algo positivo, pero sus esfuerzos, sin mucho empeño, no dieron frutos.
En medio de la fiesta blanca, Ancelotti dio descanso a algunos habituales como Valverde o Rodrygo, para dar minutos a otros como Joselu, Carvajal y un Nico Paz que debutaba con el primer equipo merengue. El partido se fue difuminando poco a poco, con una evidente caída del ritmo y la intensidad, hasta que el pitido final confirmó la continuidad del pleno de victorias del 14 veces campeón de Europa.
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*Foto: X @RealMadrid