Para 2018 nació en Barranquilla una hegemonía en el baloncesto que está lejos de ceder. Titanes de Barranquilla consiguió este jueves su séptimo título consecutivo de baloncesto contra Caribbean Storm.
El Coliseo Elías Chegwin atestiguó cómo el quinteto barranquillero ganó 3-0 su serie y pudo ganar sin problemas su séptima corona de siete posibles.
Los dirigidos por Tomás Díaz ganaron con un contundente 97-74 para alcanzar la corona. Fue una noche en la que todo se le dio al equipo para el heptacampeonato.
El salario Soren de Luque -que completó su quinto título en línea- fue elegido por el jugador más valioso de la final.
Con las tribunas a reventar, Barranquilla cultiva una cultura popular del baloncesto gracias al éxito de Titanes, que antes había superado a Piratas de Bogotá. 2023 será el año en el que por séptima vez defiendan su título.
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