En su reunión de septiembre, el Banco de la República incrementó en 25 puntos básicos la tasa de interés de política, llevándola al 2,0%. La votación fue dividida, con 3 miembros abogando por un incremento de 50 pb. Con ello, se inicia un ciclo alcista en tasas que puede ser algo más acelerado que el estimado inicialmente.
Este incremento obedece a que la economía ya no requiere un estímulo tan amplio gracias a su recuperación y a que en algún grado comienzan a ver un desempeño mejor de la demanda que de la oferta y podría crear, eventualmente, presiones de inflación a futuro.
La información reciente confirma la recuperación observada en la economía, con lo cual el Staff del Banco revisó al alza su expectativa de crecimiento para 2021 a 8,6% (desde 7,5%) y para 2022 a 3,9% (desde 3,1%). En buena medida, consideran que esta mejora ha estado sustentada en el fortalecimiento de la demanda interna y en segundo lugar la externa.
Con este crecimiento esperado, la Junta considera que los excesos de capacidad productiva pueden cerrarse a una mayor velocidad que la previamente contemplada.
El Gerente no conjeturó nada sobre el posible desempeño del crecimiento potencial, pero afirmó que las condiciones siguen siendo favorables para la recuperación de la economía y que la postura de política monetaria es ampliamente expansiva todavía y lo será por un tiempo prolongado.
En cuanto a la inflación, destacaron que continuó su tendencia alcista alcanzando el 4,4% pero que por el contrario la inflación básica se ubicaba en 2,3%, todavía por debajo de la meta.
Sobre el alza en la inflación, consideran que la mayor parte se debe a choques de oferta locales e internacionales que creen son transitorios, con duración diferente. Para la Junta este incremento se da en un contexto de recuperación en la demanda y con reducción en los excesos de capacidad de la economía, lo que se lee entre líneas es que se encuentran preocupados por un incremento repentino en las expectativas de inflación, situación que a la fecha no se observa, con las expectativas todavía ancladas en el mediano y largo plazo.
Sobre el pronóstico para la inflación total, lo elevaron a 4,5% para cierre de 2021 y 3,5% para cierre de 2022. Un riesgo relevante en este frente es el incremento a negociar del salario mínimo, que podría sumar a las presiones a comienzo de año.
En esta oportunidad centraron su discusión del entorno externo al balance externo del país, haciendo hincapié en una revisión del déficit en cuenta corriente al alza, de -5,0% para 2021, explicado principalmente por el déficit comercial.
Sobre su financiamiento destacan que se requieren de múltiples fuentes para su financiamiento y que por ende realza la importancia de mantener la estabilidad macroeconómica del país.
La decisión marcó claramente el inicio del ciclo alcista en tasas, con un lenguaje más fuerte del esperado y con una votación dividida dónde 3 miembros abogan por un incremento de 50 pb.
Esto nos lleva a considerar que el proceso de ajuste en la tasa podría ser más acelerado de lo anticipado. Seguimos considerando que la inflación y las expectativas de inflación serán las variables clave en la decisión de la Junta.