El Frente de guerra en el Oriente en Ucrania se prepara para la batalla final contra la Z rusa. El Kremlin lleva semanas asediando Mariúpol, cuya captura les permitiría consolidar sus conquistas territoriales en la franja costera a lo largo del mar de Azov, conectando así las regiones del Donbás con la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014. Mientras que los combates de recrudecen, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró este lunes, ante el Parlamento de Corea del Sur, que Rusia ha «destruido completamente» Mariupol y teme que hayan muerto allí «decenas de miles de personas» durante los combates.

Las fuerzas ucranianas han reforzado este fin de semana sus posiciones en la zona, que desde 2014 está controlada en parte por separatistas prorrusos. Tras revisar sus planes y retirar sus tropas de la región de Kiev y el norte de Ucrania, Moscú apunta ahora a la conquista total de Donbás. Según Zelenski, Rusia está concentrando «decenas de miles de soldados y una gran cantidad de equipos en la zona». Los analistas creen que el presidente ruso, Vladimir Putin, quiere asegurar una victoria en esta región antes del desfile militar del 9 de mayo en la Plaza Roja, que marca la victoria soviética sobre los nazis.

Desesperado mensaje

«Hoy probablemente será la última batalla, ya que se nos acaban las municiones. (…) Será la muerte para algunos de nosotros y el cautiverio para otros», escribió en Facebook la 36 Brigada Nacional de Infantería de Marina de Ucrania. Las fuerzas ucranianas aseguraron el lunes que temen la caída de Mariúpol, una ciudad portuaria estratégica en el sureste del país asediada desde hace más de 40 días por el ejército ruso, al tiempo que seguían reforzando posiciones en el este ante una inminente ofensiva de Moscú. El jefe de los separatistas prorrusos de la región de Donetsk, en el este de Ucrania, aseguró por su parte este lunes que sus fuerzas conquistaron completamente el puerto de la ciudad.

La táctica de Tierra Quemada de Rusia en Ucrania

En la comparecencia por video ante el parlamento de Corea, Zelenski afirmó que «los rusos destruyeron totalmente Mariúpol y la quemaron hasta reducirla a cenizas. Al menos decenas de miles de ciudadanos de Mariúpol deben haber muerto», afirmó el mandatario ucraniano.  En el frente diplomático, el canciller austriaco Karl Nehammer, el primer dirigente europeo en visitar Moscú desde el inicio de la invasión de Ucrania el 24 de febrero, comenzó este lunes una reunión con el presidente ruso Vladímir Putin para intentar obtener corredores humanitarios, según un portavoz del gobierno de Austria.

Asalto en el Este: Mariúpol

Las fuerzas ucranianas siguieron este fin de semana reforzando sus posiciones en el este, en torno a Donbás, una región que desde 2014 está controlada en parte por separatistas prorrusos. Los analistas militares internacionales creen que Putin, enfrentado a la feroz resistencia ucraniana, quiere asegurar una victoria en esta región antes del desfile militar del 9 de mayo en la Plaza Roja, que marca la victoria soviética sobre los nazis.

«La batalla por el Donbás durará varios días, y durante estos días nuestras ciudades podrían quedar completamente destruidas», pronosticó por su parte en Facebook Serguéi Gaidai, gobernador de la región de Lugansk, en el Donbás, llamando nuevamente a los civiles a abandonar la zona. Según él, «el escenario de Mariúpol se puede repetir en la región de Lugansk».