El Papa emérito, Benedicto XVI de 95 años, falleció este sábado, 31 de diciembre, a las 9:34 horas, en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. El jueves 5 de enero, a las 9.30 horas, en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco presidirá el rito de las exequias.
Benedicto XVI ha vuelto a la Casa del Padre. La Oficina de Prensa del Vaticano anunció hace unos minutos que el fallecimiento se ha producido a las 9:34 horas, en la residencia del Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, que el Papa emérito, había elegido como residencia tras renunciar al ministerio petrino en 2013.
“Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información”, se lee en la nota de prensa del Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, dada a conocer esta mañana.
Funeral el 5 de enero
En una rueda de prensa realizada en la Oficina de Prensa del Vaticano, el director comunicó a los periodistas de las diferentes agencias en varias lenguas, presentes o conectados virtualmente, que el jueves 5 de enero, a las 9.30 horas, se celebrará el funeral en la Plaza de San Pedro presidido por el Santo Padre. Bruni también informó de que Benedicto recibió la Unción de los Enfermos el pasado miércoles al final de la Misa en el Monasterio y en presencia de las Memores Domini, que lo asistían diariamente desde hace años. Antes de su muerte, el Papa emérito pidió que todo estuviera marcado por la sencillez, una cualidad con la que él vivió.
La salud de Benedicto se había deteriorado
Desde hacía ya varios días el estado de salud del Papa emérito había ido empeorando debido al avance de la edad, tal y como había informado la Oficina de Prensa actualizando la evolución de la situación.
El propio Papa Francisco había querido compartir públicamente la noticia sobre el empeoramiento del estado de salud de su predecesor al final de la última audiencia general del año, el pasado 28 de diciembre, cuando invitó a rezar por el Papa emérito, “muy enfermo”, para que el Señor le consuele y le sostenga “en este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final”. Y en todos los continentes se multiplicaron inmediatamente las iniciativas de oración con mensajes de solidaridad y cercanía también desde el mundo no eclesial.
Ampliamente reconocido como un destacado teólogo del siglo XX, el pontificado de Benedicto estuvo marcado por un profundo entendimiento de los desafíos de la Iglesia, ante la creciente agresión ideológica y la perspectiva cada vez más secular de Occidente, dentro y fuera de la Iglesia.
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Como se recuerda, advirtió de la “dictadura del relativismo” en una homilía previa al cónclave de 2005, en el que fue elegido Papa.
Su vida
Nacido en el pequeño pueblo de Baviera llamado Marktl am Inn el 16 de abril de 1927, el futuro Papa creció en una región de Alemania conocida por su piedad y su gran devoción mariana.
Fue el tercero de los hijos de Joseph y María Ratzinger, su juventud en el pueblo cercano, también bávaro, de Traunstein, se vio ensombrecida por el partido nazi, un régimen al que consideró “siniestro” y que “desterró a Dios y así se hizo impermeable a todo lo bueno y verdadero”.
Luego de un periodo forzado de dos meses en el ejército alemán al final de la Segunda Guerra Mundial, Ratzinger y su hermano mayor, Georg, retomaron sus estudios para el sacerdocio, primero en Freising y luego en Munich.
Ordenado sacerdote con su hermano el 29 de junio de 1951, Ratzinger concluyó su doctorado en teología y se convirtió en profesor universitario y vicepresidente de la prestigiosa Universidad de Ratisbona en Baviera.
Su reputación como intelectual hizo que el Cardenal Joseph Frings, Arzobispo de Colonia, lo invitara a servir como experto o perito en el Concilio Vaticano II. Rápidamente se distinguió como un eminente teólogo.
En 1977 el Papa San Pablo VI lo nombró Arzobispo de Múnich y Freising. Más tarde, ese mismo año, lo designó Cardenal.
Solo cuatro años después, en 1981, el Papa Juan Pablo II lo nombró prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el dicasterio del Vaticano dedicado a promover y defender las enseñanzas de la fe católica. Estuvo en el cargo hasta la muerte de San Juan Pablo II en 2005.
Luego de su renuncia en 2013, estableció su residencia en el monasterio Mater Ecclesiae, un pequeño convento construido en 1994 dentro del Vaticano, donde se dedicó a una vida de oración y estudio.
Desde la mañana del lunes 2 de enero, el cuerpo de Benedicto XVI estará en la Basílica de San Pedro para que los fieles católicos puedan tener “un último encuentro con el Papa Emérito, para saludarlo y para decirle adiós”.
Batican News y ACI Prensa
Foto: cortesía.