El Gobierno de Donald Trump puso el precio de 10 millones de dólares a la cabeza de Seuxis Hernández-Solarte, también conocido como “Jesús Santrich” y Luciano Marín Arango, conocido como “Iván Márquez”, por el delito de narcotráfico y de cooperar en una red de corrupción con funcionarios de Venezuela.
En un comunicado, el secretario de Estado, Mike Pompeo, ha asegurado que “Estados Unidos valora su alianza con Colombia”. Por ello, ha añadido, “continuaremos los fuertes esfuerzos de intercambio de información y desarrollo de capacidades de las fuerzas del orden público” de ambos países, “esenciales para interrumpir y desmantelar las organizaciones criminales transnacionales que operan en la región”.
La Administración de Donald Trump ha reiterado su apoyo a las autoridades colombianas y su compromiso para seguir combatiendo el tráfico de drogas en toda la región. Asimismo, ha dicho “compartir la preocupación de Colombia” en relación al posible refugio que estaría brindando “el régimen de (Nicolás) Maduro” a guerrilleros del país vecino.
Por su parte la Cancillería de Colombia aseveró que “todos los esfuerzos tendientes a que personas con procesos pendientes comparezcan ante la justicia son positivos” y añadió, “el sistema de recompensas es una herramienta más en la lucha contra la impunidad”
En el mes de marzo de 2020, en rueda de prensa, el fiscal general de EE.UU., William Barr, aseguró que los exjefes guerrilleros que han retomado las armas “obtuvieron el apoyo del régimen de Maduro” y añadió en ese momento que, “entre 200 y 250 toneladas de cocaína fueron enviadas al amparo del gobierno venezolano”.