El Subcomité para la Prevención de la Tortura de Naciones Unidas se ha mostrado “profundamente preocupado” por la “grave situación” del sistema penitenciario en Ecuador, escenario recurrente de disturbios y de presuntas violaciones de los Derechos Humanos que serían atribuibles a décadas de “abandono”.
El grupo, que ha concluido su segunda visita a Ecuador, ha señalado a través de su principal responsable, María Luisa Romero, que los reclusos viven “en un estado de tensión y constante temor”, en “prisiones carentes de servicios esenciales y recursos básicos”.
“Algunos espacios de estas prisiones son autogestionados por detenidos que son miembros de organizaciones criminales”, ha señalado Romero, después de más de 300 personas hayan muerto en incidentes violentos en prisiones durante estos últimos años.
La delegación visitó nueve centros penitenciarios y, aunque ha reconocido el “compromiso” del actual Gobierno, cree que es necesario adoptar nuevas medidas. No en vano, esta misma semana han muerto al menos 15 internos en la cárcel de Latacunga, una de las más grandes del país sudamericano.
Desde su llegada al poder, el presidente Guillermo Lasso se ha comprometido a revisar el sistema penitenciario, por ejemplo mediante un censo inédito para conocer exactamente cuántas personas alberga una red que es especialmente conflictiva en las conocidas como ‘megacárceles