La Unión Europea trabaja en la posibilidad de mandar una misión diplomática técnica a Venezuela para promover que las elecciones regionales del próximo mes de noviembre cumplan con unas condiciones democráticas mínimas.
“Tenemos que tomar la decisión final pero mandaremos una misión técnica para examinar las futuras elecciones en noviembre. Trabajamos en eso”, ha informado un alto cargo de la UE, en relación a los trabajos del bloque europeo para que los comicios cuenten con las condiciones mínimas para que participe la oposición.
En Bruselas consideran que el Gobierno de Nicolás Maduro ha dado “pasos positivos” como la composición más plural del Consejo Nacional Electoral o una mejor relación con las organizaciones humanitarias que operan en el país. Por ello, quiere aprovechar la oportunidad para tantear el terreno y lograr unas elecciones más democráticas.
Distintas fuentes diplomáticas apuntan que hay contactos estrechos con la oposición venezolana y que estos pasos se darán de la mano de la disidencia a Maduro y la sociedad civil. El objetivo es que no se repita la situación de las pasadas elecciones legislativas de diciembre en las que la oposición perdió su presencia institucional, así se espera crear “unas condiciones mínimas, aunque no perfectas” que posibiliten la pluralidad en las elecciones.
Pese a que se ve todavía lejos “cualquier apertura del régimen”, la UE insiste en que la única salida a la crisis en Venezuela pasa por el diálogo entre venezolanos para una salida política que cuente con elecciones justas y libres. Al igual que el pasado diciembre, el Alto Representante, Josep Borrell, envió una misión técnica para contactar con Caracas y la oposición, con la opción sobre la mesa de enviar una misión de observación electoral.
Ahora podría repetirse la estrategia aprovechando los avances del Gobierno venezolano y la invitación del Consejo Nacional Electoral (CNE). El órgano ha asegurado que trabaja para modificar el reglamento de observación para los comicios municipales y regionales para que puedan participar la UE y Naciones Unidas, algo que no sucede desde 2005.
En paralelo a la situación electoral, la otra vía para avanzar en la democratización del país es el reinicio de las conversaciones entre el Gobierno y la oposición, algo en lo que trabaja de nuevo las autoridades de Noruega, que ya auspiciaron en acercamientos en el pasado. Las fuentes consultadas indican a que esta vía se ha reactivado en las últimas semanas, algo que ya aseguró el líder opositor Juan Guaidó que en mayo confirmó contacto con Oslo para determinar los detalles de la mediación.