La oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos se ha mostrado este lunes «profundamente decepcionada» con la sentencia del Tribunal Constitucional de Malaui que mantiene la criminalización de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, aunque éstas sean consentidas.
El viernes, el Constitucional malauí rechazó el recurso de varios activistas que abogaban por legalizar las relaciones homosexuales, susceptibles de ser castigadas con penas de hasta 14 años de cárcel. El tribunal propuso a los demandantes plantear sus peticiones ante el Parlamento.
Para la ONU, la criminalización es «contraria a las obligaciones del país en materia de Derechos Humanos», por lo que ha pedido la derogación de la norma y medidas para «proteger» los derechos de la comunidad LGTBI en Malaui.
También Amnistía Internacional ha criticado la sentencia y ha recordado que tanto las leyes nacionales como las internacionales «claramente prohíben la discriminación», en palabras de la responsable de la ONG para la región, Khanyo Farise, que teme que «las personas LGTBI seguirán sufriendo discriminación y persecución simplemente por a quién aman».
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