Pocos candidatos a la Presidencia de Colombia pueden mostrar los resultados del exgobernador de Casanare, Josué Alirio Barrera, quien entra en la baraja del Centro Democrático para la consulta interna a la Presidencia, el próximo 22 de noviembre.
No solo saneó durante su periodo las finanzas de su departamento, pagando deudas ambientales y judiciales por el orden de los $150 mil millones, sino que entregó su administración con un ahorro de $500 mil millones. Adicionalmente dejó pactada una inversión por 3.5 billones para la conexión en carreteras de su departamento con toda la región, incluyendo la vía central del Llano y obras de impacto regional que benefician al menos 5 departamentos con inversión en obras, empleabilidad y reactivación económica a través de la infraestructura, el comercio y el turismo.
En su gobierno, Barrera dio cumplimiento al 98% del Plan de Desarrollo, con indicadores físicos y de eficacia presupuestal del 162%. Gracias a haber devuelto la confianza inversionista y dinamizar la economía, Casanare logró saltar del puesto 23 al 11 en competitividad, algo inédito, pues mientras algunos departamentos tardan años es escalar al menos una posición, lo de Casanare ya era motivo de atención de los entes a nivel nacional.
Es importante tener en cuenta que el exgobernador Alirio manejó apenas el 16% del presupuesto comparado con otros gobiernos, siendo este el más bajo de la historia del Departamento, no obstante, ese recurso le alcanzó para invertir en todos los municipios de Casanare en importantes obras que mejoran ostensiblemente la calidad de vida de miles de casanareños.
Por otro lado, como buen visionario, creó el fondo de contingencias del Departamento, de manera que Casanare tenga siempre un ahorro para responder demandas y así no poner en riesgo las finanzas públicas como antes de su gobierno.
Otro tema importante fue el énfasis que le dio a la universidad Pública, convirtiendo a Unitrópico en la universidad de los casanareños. Realizó gestiones para contar con cuatro universidades públicas en el Casanare, aportando en la construcción de la sede de la UPTC, realizando convenios con la Universidad Nacional, Minuto de Dios, sede de la Unad, convenio para 300 estudiantes en la Universidad Nacional y traer la territorial de la ESAP.
Además construyó las sedes del SENA en Paz de Ariporo y Monterrey, con al menos 10 mil cupos para la formación técnica de su gente, con la posibilidad que los campesinos y la comunidad más necesitada pueda hospedarse en estas instalaciones, un proyecto piloto el cual será replicado en varias partes del país.
Logró 18 mil nuevas ofertas académicas de educación pública entre técnicos, tecnólogos y profesionales, entregando a Casanare una cobertura del 270% con respecto a los gobiernos anteriores, haciendo a Casanare la ciudadela universitaria de toda la región.
El gobierno de Barrera Rodríguez dejó interconectado a todo el departamento con fibra óptica; además ejecutó la instalación de 50 zonas Wifi para brindar una educación más incluyente conectando a todas las instituciones educativas, usando además herramientas para las comunidades como la telemedicina, entre otras.
Promovió proyectos productivos para más de 12 mil familias, cobijando a comunidad con enfoque diferencial mujeres cabeza de familia, hogares campesinos, personas en condición de discapacidad, víctimas del conflicto, entre otros.
Luego de pasar de 8 alianzas productivas en toda la historia del departamento, consiguió 32 en su cuatrienio en Casanare, reactivando el campo y posicionando a Casanare como el departamento más productivo por habitante.
Por su desempeño como gobernador, dictó una charla en Harvard de finanzas y administración pública, y actualmente es conferencista a nivel nacional como Experiencia Gerencial Exitosa, capacitando a funcionarios y mandatarios de todo el país, echando mano de su filosofía: ‘administrar lo público, como quien administra su finca’.
Su imagen a nivel nacional se hizo mucho más visible finalizando su gobierno, pues los resultados de su gestión hicieron eco a nivel nacional, acaparando la atención de la prensa nacional e internacional.
Tras la reunión entre el expresidente Álvaro Uribe y algunos militantes de su partido, los cuales buscarán ser el candidato o la candidata de la colectividad para el 2022, ya se definió que el 22 de noviembre se conocerá el nombre de la apuesta presidencial mediante una encuesta.
Este llanero de 44 años fue el gobernador de Casanare en la vigencia 2016-2019 y carga la fama de ser el vaquero que enfrentó toda suerte de grupos al margen de la Ley en su tierra, y aparte de esto, dejó a su departamento saneado, cerrando su mandato con saldos a favor del Casanare.
Alirio Barrera es una especie de carta escondida del uribismo para dar la pelea, en primera instancia por la interconsulta, y luego para buscar la Presidencia.
Pero, ¿qué tiene este llanero para que desde ya esté sacudiendo el ajedrez político de su partido y lo empiecen a tomar en serio?
Alirio es un campesino, desplazado por la violencia, habitante en sus primeros años de los barrios más marginados en el Casanare.
Debido a que tuvo que responder desde muy joven por sus padres y hermanos, abandonó la escuela en octavo grado. Fue cotero, mecánico, obrero y domador de caballos.
Precisamente con los caballos logró construir un jugoso negocio al convertirse en un domador de alta escuela, y volviéndose uno de los máximos representantes del oficio equino en Colombia.
Por invitación del mismo Uribe fue candidato a la Gobernación, triunfó y terminó su gobierno calificado como uno de los tres mejores gobernadores de dicha vigencia.