La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han instado a los países de América Latina a tomar medidas para aumentar la productividad en la región y crear empleos de calidad, en un contexto de desaceleración económica que ralentizará su capacidad laboral.
En su último informe ‘Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe’, ambos organismos han explicado que los países de la región tienen ante sí un reto a nivel laboral que pasa por revertir el bajo crecimiento de la productividad y de la inversión que se ha observado desde la crisis de deuda.
En este sentido, el informe realiza una comparativa con la productividad de otras economías desarrolladas, evidenciando una brecha que es aún mayor si se compara con otras economías emergentes. Además, a diferencia de lo ocurre en estas últimas, en América Latina, el estancamiento ha sido generalizado y la transformación estructural no ha sido orientada con suficiente fuerza por políticas de desarrollo productivo, para activar a los sectores impulsores y dinamizadores del crecimiento.
Asimismo, para estimular la creación de más empleos formales bien remunerados, Cepal y OIT apuestan por elevar el nivel de ambición de las políticas de desarrollo productivo, teniendo en cuenta nuevas realidades asociadas con la revolución tecnológica. A su vez, han apelado a la necesidad de contar con un adecuado marco macroeconómico y financiero.
Recuperación del mercado laboral, “lenta e incompleta”
En el informe también se aborda la evolución del mercado laboral desde la irrupción de la pandemia en la región, señalando que, tras la crisis “sin precedentes”, la recuperación ha sido “lenta, incompleta y asimétrica”.
Sin embargo, en el primer semestre de 2022 se observaron cambios favorables en los principales indicadores de estos mercados y la tasa de ocupación alcanzó el nivel previo a la crisis, mientras que la de desempleo se redujo 2,8 puntos porcentuales respecto del mismo período del año anterior, hasta ubicarse en un 7,3%, cifra inferior a los niveles previos a la pandemia.
Otro aspecto que se resalta en la primera parte del informe es que estas tendencias positivas se acentúan entre las mujeres, grupo que fue especialmente afectado durante la pandemia y cuya recuperación ha sido más lenta que la de los hombres en 2021. Si bien, en la primera mitad de 2022, la tasa de desocupación se redujo mucho más entre las mujeres.
Finalmente, el informe también hace referencia a los efectos de la inflación en los salarios, destacando la caída que sufrieron los salarios promedios reales en la primera mitad del año.