La Administración estadounidense del presidente Joe Biden ha lanzado este lunes una nueva estrategia antidroga en Colombia basada en la lucha por la reducción de la producción, el desarrollo en zonas rurales y la protección de las zonas naturales.
La Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas (ONDCP, por sus siglas en inglés) ha anunciado en un comunicado esta nueva estrategia, y ha detallado los pilares fundamentales para llevar a cabo y sobre el terreno un proyecto conjunto con las autoridades colombianas.
Así pues el primer pilar establece la reducción de la oferta de sustancias, de tal modo que vincula la erradicación y destrucción de laboratorios, con la reducción de la demanda, los esfuerzos contra el blanqueamiento de capitales y el enjuiciamiento de los narcotraficantes.
En segundo lugar la estrategia apunta a la “implementación integral de los acuerdos de paz” y una inversión en desarrollo rural, seguridad ciudadana y acceso a la justicia. De este modo se busca proteger a los líderes comunitarios, reducir la dependencia de la coca y ampliar la formalización del suelo.
Por último, el tercer punto que establece esta hoja de ruta remarca directamente la protección ambiental y los esfuerzos estadounidenses por ayudar al Gobierno colombiano para contrarrestar las acciones de los narcotraficantes contra el medio ambiente y explorarán intervenciones adicionales que puedan generar “múltiples beneficios”.
En este aspecto se ha señalado directamente a la restauración de selvas tropicales, la eliminación de campos de cultivo de coca y los refugios de los laboratorios o la negación de un “santuario para los grupos armados ilegales”.
“La estrategia (…) reconoce la importancia de la seguridad, la justicia, el desarrollo económico y la protección ambiental”, ha expresado la directora interina de la ONDCP, Regina LaBelle, quien ha añadido que con este plan se buscará “disminuir la disponibilidad de sustancias ilícitas en Estados Unidos y Colombia” al tiempo que se impulsa una “mayor seguridad” en zonas rurales del país sudamericano.
Así bien, como parte de la nueva estrategia, Estados Unidos apoyará los esfuerzos del Gobierno colombiano para “monitorear y contrarrestar los delitos ambientales” que sustentan a los grupos narcotraficantes y que tienen un impacto “profundamente negativo en el medio ambiente de Colombia y la región amazónica”.