Los abogados del fundador y consejero delegado de Tesla, Elon Musk, han presentado este viernes a la Justicia de Estados Unidos un recurso para que el proceso por la fallida compra de Twitter no se realice hasta febrero de 2023, después de que la red social solicitara el juicio para septiembre.
Twitter había solicitado un juicio en septiembre porque Musk debía completar su acuerdo para comprar la compañía antes del 24 de octubre. Algo a lo que el equipo jurídico de Musk se ha negado, proponiendo el mes de febrero como fecha alternativa para el juicio, según ha informado ‘The New York Times‘.
Musk y su equipo argumentan que la fecha límite del acuerdo “se extiende automáticamente” en caso de litigio, lo que no afectaría al proceso. Fuentes cercanas al fundador de Tesla sugieren que los abogados quieren tener una mejor oportunidad de construir su caso, según ha sabido ‘Axios’.
Twitter, por su parte, parece tener la intención de resolver el asunto “lo antes posible”, aludiendo a que “el tiempo es dinero”.
“La junta de Twitter tiene todo el interés en resolver esto rápidamente, y tiene todo el interés en la demora: el tiempo es dinero”, ha analizado una profesora de la Facultad de Derecho de Tulane consultada por ‘The New York Times’.
A pesar de eso, el equipo legal del magnate ha presentado ante el juez sus argumentos en una presentación legal destinada a oponerse a la demanda de la empresa de un juicio rápido de cuatro días en septiembre.
El pasado 12 de julio Twitter presentó ante un tribunal del estado de Delaware una demanda contra el multimillonario para obligarle a comprometerse con su oferta de compra de la empresa tras romper el acuerdo entre las partes.
“Musk aparentemente cree que él, a diferencia de cualquier otra parte sujeta a la ley de contratos de Delaware, es libre de cambiar de opinión, destrozar a la empresa, interrumpir sus operaciones, destruir el valor de los accionistas”, ha dicho la compañía, tal y como recogió la cadena NBC News.
La semana pasada, Musk trasladó a Twitter que renunciaba al contrato de compra de la red social después de no recibir respuesta por parte de la compañía al pedir información sobre el número de cuentas falsas que se encuentran en la plataforma, así como la manera de la empresa de auditar y suspender las mismas.
A mediados de mayo, el magnate decidió suspender temporalmente la compra de Twitter, pactada a finales del pasado mes de abril por unos 44.000 millones de dólares (43.620 millones de euros), a la espera de detalles que respaldaran el cálculo de la compañía de que las cuentas falsas representan menos del cinco por ciento de los usuarios.
Posteriormente, mediante una carta remitida a principios de junio por los abogados de Musk a la Comisión del Mercado de Valores (SEC) de Estados Unidos, el equipo legal del multimillonario consideraba la posición de Twitter un “incumplimiento sustancial” de sus obligaciones en virtud del acuerdo de fusión, por lo que advertían de que Elon Musk “se reserva todos los derechos resultantes, incluido su derecho a no consumar la transacción y su derecho a rescindir el acuerdo de fusión”.