Aunque ningún texto bíblico señala al 25 de diciembre como la fecha en la que nació Jesús, la iglesia católica decidió tomar este día para celebrar el nacimiento del Hijo de Dios.
El 25 de diciembre, la fecha elegida para celebrar el nacimiento del Mesías, es una elección intencional, ya que ni siquiera las fuentes religiosas primarias mencionan tal día.
La elección de este día se debía a que era la fiesta del Sol Invicto, un dios oriental que había sido elevado a culto oficial del Imperio por parte del emperador Aureliano a finales del siglo III.