Más de 700 personas de las comunidades del río Nueva Esperanza, Ceibito, San Isidro y Guadual, las cuales integran el Consejo Comunitario de Comunidades Negras del Bajo Calima, y que se encontraban albergadas en el coliseo El Cristal y la caseta comunal del barrio R9 en Buenaventura, Valle del Cauca, retornaron por decisión propia a sus territorios de origen.
Así lo confirmó la directora de la Unidad para las Víctimas, Patricia Tobón Yagarí, quien acompañó todo este proceso, considerándolo como “un nuevo comienzo”.
Este retorno se suma al esfuerzo adelantado en diciembre pasado con la comunidad de Santa Rosa de Guayacán, cuyas 31 familias también regresaron al territorio en la cuenca del Calima.