La gobernadora del Valle del Cauca, Clara Luz Roldán, ha anunciado que se impondrá el toque de queda y la ley seca entre los días 19 y 21 de julio ante la convocatoria de nuevas protestas contra el Gobierno en el departamento, uno de los más afectados por el Paro Nacional.
En una rueda de prensa, Roldán ha explicado que estas medidas buscan “prevenir desmanes” antes y después de las manifestaciones previstas para el 20 de julio, festivo nacional en el que se conmemora la independencia del país latinoamericano.
El toque de queda regirá desde las 7:00 de la noche hasta las 5.00 de la mañana y finalizará dos días después. Así, ha sostenido que la Gobernación avala el derecho a la protesta, si bien ha defendido que hay que tomar medidas para “proteger a la ciudadanía”.
Esta medida, no obstante, no se aplica a Cali –una de las ciudades más afectadas por las protestas– y Buenaventura dado que constituyen distritos especiales y autónomos. Sin embargo, este jueves el alcalde de Cali, Jorge Iván Espinosa, ha indicado por su parte que se ha impuesto a nivel local la ley seca, vigente desde el 19 de julio hasta el día 20, con la misma franja horaria que la estipulada por Roldán.
Además, durante el 20 de julio se prohibirá el transporte de “pipetas de gas, residuos y escombros”. “Las personas en la ciudad no tendrán ninguna dificultad para adelantar las protestas pero no se puede posibilitar hechos violentos. Por esta razón, la Fiscalía y demás autoridades (…) llevarán a cabo acciones para identificar a las personas que quisieran hacer daños y actos terroristas”, ha dicho.
“Los ciudadanos de Colombia se pueden movilizar por todo el territorio para realizar asambleas políticas y culturales, nuestra alcaldía no tiene ninguna dificultad para que estas actividades se adelanten”, ha matizado, por otra parte.