Autoridades tienen documentado varios puntos sobre el río Micay, en el departamento del Cauca, en donde miembros de este grupo criminal estarían adelantando labores de explotación ilícita de yacimientos mineros.
La Fuerza Pública tiene referenciadas las zonas en donde, en el Cañón del Micay, se viene realizando un grave daño ambiental a esta importante fuente hídrica de la que se surten varias comunidades como lo son San Juan de Mechengue, El Plateado, La Emboscada, La Honduras entre otras.
La estructura ilegal estaría empleando de manera indiscriminada maquinaria amarilla, dragones, motores, así como químicos como mercurio y cianuro, estos son altamente tóxicos y perjudiciales para la vida humana.
Fotografías y videos captados por tecnología de vanguardia por la fuerza pública refleja el crimen ambiental y silencioso que se ha extendido más allá del cauce del río Micay. La maquinaria amarilla, ha desviado el cauce natural del rio y han convertido el agua cristalina y fluida en una sustancia oscura y estancada que aniquila la vida animal y vegetal que depende de la misma.
El agua ha tomado colores extraños, evidenciando el uso y empleo de químicos lo que representa un grave riesgo para la población civil, así como para la flora y fauna de esta región entre los municipio de Argelia, El Tambo y López de Micay perjudicando a más de 16 mil personas que allí habitan.
De acuerdo con información del Ejército de Colombia esta disidencia utiliza a la población civil para evitar las llegadas de las tropas, incluso la de presionarlos para que informen si ven movimientos de vehículos o aeronaves, y de este modo poder mover las maquinarias y ocultarlas para evitar la flagrancia y así eludir los controles que se han previsto.
También estaría constriñendo a las comunidades para que mediante protestas exijan la salida de la Fuerza Pública y la “no militarización” del territorio.
Se estima que esta actividad criminal ha provocado daño ambiental en más de 100 hectáreas a lo largo del cauce del rio Micay. Igualmente este grupo ilegal estaría obteniendo mensualmente entre 8 y diez mil gramos de oro, lo que le estaría generando ganancias criminales de por lo menos 7.000 millones de pesos para la estructura Carlos Patiño de las disidencias de las Farc.