La fase exploratoria de diálogos entre las bandas ‘Los Espartanos’ y ‘Los Shottas’, que se inicia en el Distrito de Buenaventura, se convierte en “un modelo, un laboratorio de paz para todo el país; no para replicar el mismo proceso, pero sí para generar confianza en otras organizaciones a nivel nacional”.
Así lo afirmó monseñor Rubén Darío Jaramillo, Obispo de la Diócesis de Buenaventura, quien destacó que la aproximación entre estas dos bandas.
“Nosotros estamos acompañándolos a ellos en la decisión autónoma que las dos bandas tomaron a principio del mes de septiembre, con base en las declaraciones del señor Presidente sobre la intención de la Paz Total”, manifestó Jaramillo.
Monseñor Jaramillo, quien ha sido un representante clave para el acercamiento entre los dos grupos ilegales, manifestó que ellos “quieren acogerse a esta propuesta de país, porque están cansados de la guerra; están pensando en sus hijos, en sus esposas, en su familia, no quieren más sangre, no quieren más muerte y no quieren que los niños terminen en el lugar donde ellos están”.
De hecho, al finalizar un Consejo Extraordinario de Seguridad en la sede del Ministerio de Defensa, el Presidente Petro confirmó que, hasta el momento, el único proceso concreto de diálogos es con el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y destacó la experiencia que se adelanta con grupos ilegales en Buenaventura.
En este sentido, anunció que “se va a abrir, el día de mañana, con unas formaciones que son diferentes, que es una experiencia nueva, inédita, que es con organizaciones de jóvenes armados muy ligados al narcotráfico en barrios populares de Buenaventura, que son ‘Los Shottas’ y ‘Los Espartanos’. Es un proceso de pacificación urbano y tiene más que ver con procedimientos de acogimiento a la justicia”.
Y resaltó que este proceso tendrá “un compromiso del Estado para resolver problemas sociales muy profundos, de muy público conocimiento que se localizan en la ciudad de Buenaventura”.
Reducción considerable de homicidios
Precisamente, esa confianza a la que se refiere el Obispo de Buenaventura ha derivado en que entre las bandas se acordara una tregua, lo que ha permitido que este puerto en el Pacífico complete más de 80 días sin muertes violentas entre estos dos grupos.
Explicó que “en Buenaventura llevábamos más de 2 años tratando de hacer un acercamiento con las bandas y no era posible, porque no había un marco jurídico ni una intención del Estado de acogerlos”, pero con la propuesta de Paz Total se abrió una puerta de esperanza.
“Hoy la gente puede ya desplazarse, el comercio se ha reactivado, el turismo, la ocupación hotelera ha mejorado, y también algunas empresas ya están viendo con optimismo la posibilidad de venir a establecerse en Buenaventura generando empleo y desarrollo”, resaltó.
Por último, Monseñor Jaramillo aseveró que este ejemplo de diálogo en Buenaventura es un referente para “muchas ciudades, donde los atormenta la extorsión, el robo, los homicidios y los enfrentamientos. Que se generen también unos climas de paz, para poder constituir una paz verdadera”.
Le puede interesar:ELN no será un obstáculo en el retorno embera
Foto: cortesía.