Cambia el viento y de poniente hemos pasado a un levante matador. Este viento lo levanta todo y le añade al ambiente ese calor insufrible propio del infierno. En mi cabeza el levante suena como las notas más graves en un amplificador, truena. Me marea, me agita, me susurra calamidades y me zarandea en la poca cordura que dentro de mi queda, esa que resiste amarrada a la raíz de mi alma. Gracias al amarre no estoy loca, al menos no del todo.
Leo que las encuestas de intención de voto y prevén una hecatombe, unos conservan 99 escaños y los otros 8. Tanto gobierno plural, feminista, progresista para acabar sacrificando más bueyes de los necesarios, si hubieran gobernado para todos desde el primer día…
El levante me hace imaginar a Sánchez, ya de vacaciones, aprovechando los últimos coletazos de poder; fiestas, brindis, bailes alrededor de una piscina, él, su familia, su banda de amigos… todos vestidos de blanco y brillos, a pecho abierto, dejando al descubierto sus ordinarios ademanes de hombrecillo ibérico. Barra libre para todos y un ágape de medianoche. Un DJ pincha lo último y más latino que hay, tan de la cultura de hoy, esa que manosea y babea al chunda chunda de un falso regeaton. Ya no hay ritmo, ni siquiera hay un son latino. Lo que lo peta es ese macarreo entre cantado y rapeado, que describe a la perfección las noches de verano de un Sánchez que resiste al cambio de viento.
Despierto de ese sueño inducido por el viento y vuelvo a ver los datos de la encuesta de intención de voto. La oposición suma. Pero… ¿suman? ¿Se dan valor el uno al otro? El PP, un centro derecha con querencia a la izquierda moderada del socialismo primigenio, que vota en Europa lo mismo que votan los socialistas españoles, tiene que hacer un gran esfuerzo de imagen, de hermanamiento y sobre todo de enmienda para corregir el rumbo que social, legal, económica y políticamente ha quebrado a España. VOX no es el infierno, ni siquiera el extremo más rancio del panorama político español- aunque ahí haya de todo. ¿Están preparados ambos para reformar y liderar el cambio que de verdad necesita España? No solo se debe tratar y corregir el aspecto económico, el laboral y el asistencial. Es la imagen de la propia España, dentro y fuera de nuestras fronteras y sobre todo allí donde quieren dejar de pertenecer a esta tierra. Es también el limpiar sus partidos de amiguismo, titulitis, corrupción interna y demás pecados políticos que importan tan poco y dicen mucho del barro pegajoso en el que se ha convertido la política. Ojalá haya elecciones y traigan un cambio de gobierno, pero sobretodo traigan un buen remedio para tanto iluso con cargo, porque cambiar de siglas sin cambiar de vicios es como ventilar una pocilga con incienso.
Uno de mis hijos me saca de ese estado somnoliento en el que me deja este viento del este, del estrecho, y me despierta, antes quería ser youtuber, ahora pregunta que qué hay que hacer para ser político. Me sale una respuesta inmediata: querer servir, aunque la mayoría de los que ves solo buscan querer servirse.
Sale dubitativo y se despide diciendo: entonces prefiero ser político a youtuber. Tal vez si sirvo sea bueno. El no sabe que “servir” está en desuso. Como decía Ortega y Gasset: “la política es una actividad que no se puede tomar en serio, pero tampoco en broma”. Pues eso.
Almudena González Barreda
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