En los años 50 y 60, pero con mucha intensidad los 70, se vivió una ola migratoria de Colombia hacia Venezuela, cuando el boom petrolero llamaba la atención de todo el mundo en nuestro país vecino. De ahí, muchos de ellos tuvieron un capital, educación, salud y un proyecto de vida que quizás lo añoran actualmente.
Realmente no existe una cifra clara de cuantos colombianos migraron, se hablaba de cerca de cinco millones. Y claro, el buscar una mejor calidad de vida está en todas las personas. Si bien no se puede comparar de lo que se esta viviendo ahora, si es una razón de la vida en que, como todo, hay momentos difíciles y está en nuestros lideres mejorarla o agravarla.
En mis épocas de campo, uno veía que el vecino le ayudaba con el arroz o la sal cuando no se tiene, en una ciudad se cuidan sus bienes y comparten como familia, e inclusive así lo hacen muchos comerciantes con el fin de no versen afectados por la delincuencia y otro tipo de riesgo. Porque, aunque no lo crean, comparten un vínculo y seguirán haciéndolo, así como lo es Colombia y Venezuela.
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Que Nicolas Maduro es un dictador que merecen más que el rechazo una condena ejemplar, lo es, pero son decisiones ajenas de nuestro alcance que uno quisiera que cambiaran, pero no es posible.
De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), para mitad de año en junio de 2021, cerca de 5,2 millones de venezolanos han abandonado Venezuela a través de la crisis económica que inicio su recrudecimiento en el año 2010. La cantidad de migrantes en nuestro país no es clara, pero se especifica que cerca del 30 % de ellos viven, por lo general en condiciones precarias.
Lo cierto es que es un corredor obligado para muchos colombianos y venezolanos, el cierre de la frontera genero gran cantidad de desempleo y falta de oportunidades, una pandemia fronteriza donde los vecinos ya no pueden verse o generar una sociedad comercial. De lo que, si estoy seguro, es que, aunque no hubiéramos movido los US$ 7.000 millones que llego a mover la frontera en el año 2008, si habría una estabilidad fronteriza con mejores condiciones de vida.
Con esta reapertura el gobierno espera mover US$ 1.000 millones al cierre de año, donde colombianos y venezolanos esperan una oportunidad de renacer, por lo general papel higiénico y plásticos son los principales productos de exportación, pero también hay medicamentos, cartón, golosinas y a futuro seguramente el sector agropecuario, ganadero y ambiental serán los beneficiados.
Así sencillamente, Colombia y Venezuela inicia su nueva era económica.