Desafortunado el cambio que hizo el gobierno Petro en el Manual de Funciones del recién creado Ministerio de la Igualdad para nombrar a Gareth Sella como viceministro de la Juventud. A pesar que la jefe de la oficina jurídica del Ministerio, Carolina Hoyos, argumentó que se está haciendo una “adopción progresiva” del manual en una entidad recién creada, en la opinión pública quedó el sinsabor de que el cambio se hizo, exclusivamente, para beneficiar a Sella -activista político en el estallido social de 2021.
El 11 de septiembre pasado, el gobierno dio a conocer la resolución que cambia el Manual de Funciones del Ministerio adoptado, inicialmente, el 16 de agosto. En la primera resolución se establecía que las carreras “ciencias políticas, relaciones internacionales, derecho, administración, antropología, artes liberales, geografía, historia, sociología, trabajo social, economía, ingeniería administrativa, ingeniería industrial, psicología y educación” eran requisito para posesionarse como viceministro. Además, era necesario contar con una “especialización en alguna área” que le permita tener conocimiento para hacer seguimiento de políticas públicas ligadas con los derechos de la juventud. Frente a la especialización, puede ser conmutada con experiencia de dos años con la que Gareth cuenta al haber sido realizador audiovisual en el Departamento para la Prosperidad Social y la Secretaría Distrital de Gobierno.
El nombrado viceministro no podía posesionarse en el cargo, pues es profesional en Artes Visuales, Cine y Televisión; sin embargo, el 11 de septiembre -con una nueva resolución- se cambia el Manual de Funciones incluyendo las carreras de “artes plásticas, visuales y afines” como requisito. Con esta modificación se da vía libre para que Gareth -quien no cumplía con el perfil en un inicio- ahora sí lo haga y pueda ser el primer viceministro de juventud.
El “Manual Específico de Funciones y de Competencias Laborales” -como se le conoce formalmente en la Función Pública- es una herramienta de gestión de talento humano que permite establecer las funciones y competencias laborales de los empleos que conforman la planta de personal de las instituciones públicas; así como los requerimientos de conocimiento, experiencia y demás competencias exigidas para el desempeño de estos. Esta herramienta es vital para determinar las personas idóneas y con conocimientos específicos para que puedan ocupar los cargos establecidos.
La vieja usanza política era modificar los Manuales de Funciones para acomodar amigos, aliados políticos o personas cercanas a los gobiernos que no cumplían con los requisitos para asumir los cargos. Cambiar el Manual para beneficiar a una sola persona no deja bien parado al Ministerio de la Igualdad y, mucho menos, al gobierno del cambio. Esta práctica no es ilegal, pero sí adquiere caracteres de ilegitimidad, más cuando la realiza un gobierno que, se creía, estaba en contra de la politiquería y las prácticas clientelistas tradicionales.
Por ser un cargo de tan alto nivel como lo es el Viceministerio de Juventud, este caso ha sido el más visible en los últimos días en los medios de comunicación. Sin embargo, hay varias entidades en las que se han modificado los Manuales para nombrar personas que hacen parte del “gobierno del cambio” y que no cumplen con los requisitos exigidos en el perfil. El gobierno de Gustavo Petro no puede permitir que los cambios en los Manuales para nombrar personas a conveniencia se sigan presentando; si estamos hablando de cambios estructurales en las formas de hacer política, indispensable que la actual administración lidere una toma de conciencia frente a la politiquería y el clientelismo que han sido males que han asechado históricamente el país y no las siga implementando, como ocurre en este caso.