La ley de Inversión Social, como fue llamada la Reforma Tributaria, pretende recaudar 15.2 billones de pesos para supuestamente garantizar los recursos que cubrirán las necesidades básicas de los colombianos, otra mentira más del gobierno Duque.
De los 65 artículos que componen esta Reforma, sobresale la innecesaria creación del Comité Autónomo de Regla Fiscal. Es decir, se crea un comité para tramitar lo que Planeación Nacional y el Ministerio de Hacienda deben hacer dentro de sus funciones constitucionales.
También brilla por su incoherencia el aumento del impuesto de renta al 35% para todas las empresas sin importar su actividad económica ni su tamaño. Este es el punto más regresivo de la Reforma ya que en plena reactivación económica se afectan a las empresas que no pueden deducir de este impuesto y tampoco recibieron las ayudas prometidas por el gobierno durante la Pandemia. Con la Reforma Tributaria anterior, también del gobierno Duque, se comprometieron a subir el impuesto de renta al 33%, pero bajarlo año tras año hasta volver al 30% para 2022… mentirosos!
Como buena hija del uribismo, esta ley facilita la enajenación de activos incautados al narcotráfico. Modifica el artículo 92 del Código de Extinción de Dominio y se reducen los trámites para administrar, avaluar y vender los bienes urbanos y rurales que fueron adquiridos con dineros del tráfico de drogas que no superen los mil salarios mínimos mensuales legales vigentes, algo así como 878 millones de pesos.
Da la facultad a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (DIAN) de inscribir de oficio a personas naturales en el Registro Único Tributario (RUT) si se advierte que es sujeta de obligaciones tributarias. Además, modifica el artículo 616-1 del Estatuto Tributario que comprende todo lo relacionado con la Facturación Electrónica, y con la remisión a los artículos 651 en adelante del Estatuto en mención, se aumentan las sanciones para quienes no expidan la factura electrónica de forma correcta o no remitan la información requerida en la norma.
Adicionalmente, en caso de existir un plazo para el pago de las facturas, el adquiriente del bien o servicio está obligado a confirmar que recibió el producto o servicio y la factura electrónica correspondiente, de no hacerlo será requerido por la DIAN.
Reestructura el artículo 616-5 del Estatuto Tributario el cual faculta a la DIAN para que utilice la información obtenida mediante facturación electrónica y por terceros para calcular el impuesto sobre la renta, el cual tendrá mérito ejecutivo.
Para el Régimen Simple se amplía la base de ingresos a 100.000 UVTs para permanecer en este régimen, incorpora tarifas diferenciales de tributación dependiendo de los ingresos anuales brutos y la actividad económica. Para bares y restaurantes no habrá cobro del IVA ni del impuesto al consumo durante 2022.
Amplía la vigencia del programa Apoyo al Empleo Formal y da incentivos por la creación de nuevos empleos si se contratan mujeres mayores de 28 años con un subsidio del 15% del salario mínimo ($131.700 pesos) siempre y cuando no se devenguen más de 3 salarios mínimos; subsidia el pago de obligaciones laborales de mayo y junio de 2021 por el 20% del salario mínimo ($175.600 pesos) para las empresas que demuestren ser damnificadas del paro nacional.
Se confirman los tres días sin IVA y se amplían los productos exentos del mismo, se incluyó el pago en efectivo, pero con la obligación de expedir factura electrónica.
Da facultades al gobierno de cofinanciar los sistemas masivos de transporte al asumir el 50% del déficit que estos puedan tener, favoreciendo sólo a las grandes ciudades y a los dueños de los buses. Deben estar felices los Pastrana y los Peñalosa.
En pocas palabras, como todo lo de este gobierno, poco profundo y mucho ego. Duque en su arrogancia sacó adelante una reforma que no cambiará nada, pero tenía que demostrar su poder a los manifestantes de las pasadas movilizaciones sociales. Nombró a Carrasquilla en el Banco de la República y mandó a hacer monedas con baño en oro para regalar y nunca ser olvidado.
Nadie olvidará al mejor jefe de campaña que tuvo Gustavo Petro, al personaje que con su incapacidad y torpeza logró acabar con el capital electoral del uribismo. Ese es el gran logro de Iván Duque Márquez.