La semana que termina sirvió para adelantar una audiencia pública en la Cámara de Representantes convocada por la plenaria a instancias del Representante del Putumayo , Dr. Carlos Ardila y la Comisión Séptima de la Cámara a la cual asistió el Superintendente de Salud Ulay Beltrán, funcionarios del Ministerio de Salud, ADRES, etc.

El objeto de la audiencia a la cual fui invitado, y en la que participamos, fue la de evaluar la situación de los usuarios de la salud y de los prestadores en razón a la actual crisis de las EPS de la región surcolombiana, especialmente de EMSSANAR, la EPS con mayor número de afiliados en los departamentos del Valle, Nariño, Putumayo y Cauca aproximadamente dos millones de usuarios afiliados, encargada de velar por su derecho fundamental a la salud. Hoy esta EPS está intervenida para su administración por parte de la Superintendencia de Salud desde el pasado mes de febrero de 2022 por graves motivos y circunstancias que ameritaron la medida. Razones de carácter científico y técnico, administrativas, financieras, etc que la hacían inviable para continuar así y poniendo en grave riesgo la salud de los colombianos del sur del país.

Esto fue motivado por malas gerencias anteriores y situaciones de graves indelicadezas que son motivo de investigación por parte de los organismos de control como la Fiscalía General de la Nación, la Contraloría General de la República, entes a los cuales la Superintendencia Nacional de Salud remitió lo soportes respectivos.

En la audiencia con más de 70 actores regionales, intervinieron los parlamentarios de la Comisión Séptima de la Cámara, el gobernador del Putumayo, alcaldes, gerentes de hospitales, ESES municipales, etc. Una amplia y muy destacada intervención realizó el agente especial o interventor de la Superintendencia de Vigilancia, ingeniero Caucano. Tiene dos apartes su intervención, la primera el estado deprimente en que recibió EMSSANAR en casi todos los aspectos. Una deuda superior a un billón de pesos con la red pública de salud con prestadores de salud privada, etc. Pero además de eso, lo más llamativo como se timó a la Supersalud en el proceso de transformación, cuando activos comprados con recursos de la salud, figuran a nombre de sus accionistas, que para sorpresa del auditorio hoy el gobierno corporativo se ha transformado y ya la empresa tiene 35 accionistas, vi la sorpresa en el auditorio cuando se mostró que a febrero de 2022 sus cuatro accionistas eran sus mayores contratistas y a la vez acreedores de la EPS, total, un “yo con yo” algo absolutamente descarado, que rompe con todo principio de moral y ética, más cuando se administran por esta EPS, recursos públicos . Estas son unas pocas de tantas irregularidades que llevaron a la EPS a la actual situación.

La segunda parte del informe es alentador. Si se materializan las etapas del modelo de recuperación presentado por el Interventor a la Supersalud, Con buena gerencia y con una gestión con mucha austeridad, con un cambio absoluto del modelo de contratación y atención, y particularmente con la materialización de otras acciones de auditoria, con la capitalización de acreencias, pero ante todo con el compromiso del pasado 5 de abril de los gobernadores del Cauca, Valle , Nariño y Putumayo de propender por una capitalización y la transformación de la empresa en una Sociedad de Economía Mixta, tarea difícil por las condiciones fiscales de los entes territoriales, pero no imposible, hoy y HACIA ADELANTE las cifras mostradas por el Interventor muestran una nivelación los ingresos con los gastos corrientes que demanda la atención de los usuarios y la garantía de su derecho fundamental de la salud y los costos administrativos de funcionamiento, nómina, empleados, etc.

Quiere decir que la EPS puede funcionar hacia adelante con los giros correspondientes a la UPC, el LMA y otros ingresos para atender los requerimientos de la red de prestadores públicos y privados, que para sorpresa en los cuatro departamentos, dependen del giro sagrado y religioso que mensualmente realiza EMSSANAR . Esto los tranquilizaría para que le sigan recibiendo pacientes a la promotora de salud EMSSANAR. Queda entonces el gran interrogante de la deuda dejada de pagar por más de un billón de pesos, con corte a diciembre de 2021 el interventor en su informe detalló que, luego de pagos de servicios presentes y de las provisiones necesarias ha ido abonando las acreencias a los prestadores de manera significativa y sobre todo equitativa. Pero la deuda es enorme, ante eso el gobierno, Superintendente y Ministerio de Salud manifestaron que hoy no hay un fondo para pagar deudas de salud en el evento de liquidación de las EPS. Que en los próximos meses dictará una regulación al respecto y aquí está la gran preocupación de la red pública y privada de los cuatro departamentos, si se liquida EMSSANAR quebrarán sin ninguna duda, y como todas las liquidaciones de los últimos 20 años insolutas y con la mayor afectación de los estados financieros y la destrucción una vez más de nuestros hospitales, que concurrieron ante el asegurador con la buen fe a la prestación de los servicios.

Será una debacle para la salud en la región Surcolombiana hasta aquí va el debate, por supuesto, de nuestra parte haremos cuanto esté a nuestro alcance para procurar la mejor salida. El gobierno tiene la palabra, el balón está en su cancha, aunque los responsables fueron otros.