Gustavo Petro le ha apostado a una estrategia política peligrosa para la democracia, que apunta a deslegitimizar al Gobierno y la credibilidad de las instituciones del Estado. En un país con diversos grados de incertidumbre, polarizado, con una justicia inoperante, y económicamente volátil, pero resiliente; su discurso populista es insensato. Somos producto de un pasado que nos ha traído al presente y nos ha dejado grandes secuelas, que no podrán sanar con narraciones que invitan al odio y la violencia.
“El pueblo soy yo” ha pregonado durante décadas el político que hoy está entre las cuerdas, por presuntos nexos con narcotraficantes y testaferros. Las declaraciones que ha entregado el Pollo Carvajal a la justicia española y los señalamientos de Alex Saab, tienen tensos al candidato de la extrema izquierda en Colombia.
Hace varios días Gustavo Petro, a través de un comunicado en su cuenta de Twitter, aseguró estar dispuesto a demostrar su inocencia frente a las declaraciones entregadas por el ex General venezolano, y vinculado al Cartel de los Soles, el Pollo Carvajal, quién era perseguido por la justicia Norteamericana, por narcotráfico, tráfico de armas y lavado de activos; ante el juzgado N°6 de la audiencia nacional española, confesó que desde su organización se financió diversas campañas de la izquierda internacional, entre ellas la de Gustavo Petro en Colombia.
Gustavo Petro se ha demostrado adepto al régimen venezolano, en el pasado ha reconocido abiertamente su amistad con Hugo Chávez, y aunque con Maduro no ha sido explicito, se ha generado suspicacia por los posibles financiamientos de Alex Saab a su campaña. La extradición de este último desde Cabo Verde hacía Estados Unidos, tiene a la izquierda internacional en aprietos, y a los ciudadanos, expectantes de lo que pueda confesar.
Según Infobae, desde la oficina del FBI en la Florida, se expresó “No solo en Caracas deben preocuparse; varios ex-gobernantes de países latinoamericanos deberían estar atentos a lo que suceda con él”, en Colombia muchos podrían ser salpicados por nexos con el testaferro de Nicolás Maduro, especialmente el ala de la izquierda, hasta ahora se han establecidos vínculos ineludibles entre la ex senadora Piedad Córdoba y Saab, de hecho Córdoba fue quién lo presentó en el Palacio de Miraflores.
Un posible acuerdo entre Alex Saab y la justicia Norteamericana, representa el mayor temor para la izquierda internacional, Petro y sus compis están entre las cuerdas, Lula en Brasil, Evo en Bolivia, los Kirchner en Argentina,… Por ahora, quien tiene mayor garantía de silencio es Maduro, quien tiene retenidas a la esposa e hijas de Saab en Venezuela, sin embargo, la situación legal de Saab está demasiado comprometida y no le ofrece muchas alternativa, o se refunde en la cárcel o se acoge al programa de colaboración con la justicia Norteamericana.
Veremos cómo se deshilvana la trama de Gustavo Petro con ambos bandidos, y si esto podría tener un impacto exponencial en su candidatura presidencial para el 2022.