La gasolina es el combustible de la movilidad de la mayoría de los colombianos y del sector industrial. Desmontar los subsidios a la gasolina para cubrir el déficit del Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC) implica una afectación social muy importante dado que no repercute solamente sobre los millones de transportadores, sino que igualmente impacta los precios de la cadena de valor de productos y servicios como a las materias primas, alimentos y especialmente al aparato productivo que se moviliza en los diferentes medios de transporte. Es decir, el impacto a la economía es muy fuerte afectando el bolsillo de todos los colombianos produciendo un efecto inflacionario que podría desbordarse dada la influencia externa por el incremento en los precios internacionales del crudo debido a la crisis de suministro de hidrocarburos por la guerra en Ucrania y la alta demanda que se va a presentar al final del presente año.
Recordemos que en el país contamos con alrededor de 10 millones de motociclistas y que de estos más del 90% son de los estratos 1,2 y 3 que el impacto para sus familias sería directamente complejo. El gobierno debe ser coherente en su política de igualdad y bienestar para que no afecte a las personas de menores ingresos en el país.
El déficit total del del FEPC en 2021 se estima en $11,7 billones, de los cuales $3,9 billones se pagaron en diciembre de 2021, dejando $7,8 billones pendientes por pagar este año.Si bien es cierto que el déficit actual es importante, el recaudo para suplir este valor no debe recaer directamente sobre los consumidores del transporte dado el grado de impacto que mencionamos en la economía nacional.
Por tanto, se debe cubrir con el mismo sector, por ejemplo dentro de la distribución de las regalías por la extracción de petróleo se debe contemplar una parte para que vaya directamente al FEPC y de esta manera se cumpla con el objetivo para la cual fue creado el fondo en el sentido de permitir que el precio de la gasolina no se vea afectado por los precios del crudo en los mercados internacionales y a su vez no repercuta en el índice de inflación que de por sí ya está al cierre del mes de agosto en 10,84% en la variación anual según el DANE.
Por otra parte, se debe amortiguar este recaudo gradualmente para minimizar el impacto teniendo en cuenta que comparativamente la gasolina del país es la tercera más barata de la región después de Venezuela y Bolivia.
Finalmente debemos ser claros en que el remedio no sea peor que la enfermedad.