Las últimas semanas han sido muy interesantes para el mundo de la innovación y la tecnología en el país, eventos como la primera edición de la Colombia Tech Week, el GoFest, el Capital Summit, la Platzi Conf y Andicom han traído dinamismo al ecosistema, reforzando la plataforma para el crecimiento y la colaboración entre empresas e inversores a nivel nacional e internacional.
Los eventos coincidieron en poner el foco en tres temas relevantes: el desarrollo del sector de FinTech, que sigue siendo el que mayor representación tiene en las startups del país; la inteligencia artificial, siguiendo la tendencia mundial; y, por último, la importancia y retos de la transición energética.
Este último tema ha estado en el centro de la investigación y desarrollo desde hace algún tiempo y, como se ha señalado en columnas anteriores, es uno de los ejes centrales de la inversión de los fondos de capital de riesgo. La semana pasada The Economist publicó el artículo llamado “Clean Energy’s Next Trillion-Dollar Business: Grid-Scale Batteries” en el que detalla el auge del almacenamiento de energía a nivel de red, impulsado por el creciente uso de baterías de gran escala para enfrentar los desafíos de intermitencia que presentan las fuentes renovables como la energía solar y eólica.
La capacidad instalada global de almacenamiento con baterías debe crecer, de menos de 200 GW en 2023, a más de 5 TW para 2050 para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas, según la Agencia Internacional de Energía (AIE). En 2023, el mercado de almacenamiento a nivel de red fue de unos U$15 mil millones, pero se espera que crezca al rango entre U$1 y U$3 billones para 2040. Este crecimiento es impulsado por la adopción de baterías de litio en combinación con proyectos de energía solar y eólica, con costos competitivos frente a la electricidad generada por carbón y gas en algunos mercados.
Este marco resulta particularmente relevante para América Latina, y el crecimiento que han tenido las startups de la región vinculadas con estas tecnologías como lo señala el informe “The State of Energy & Environment Startup Industry in LATAM” de StartupBlink. El informe indica que si bien la zona aún no es un líder global, la industria muestra un notable avance, con un enfoque en la energía renovable y tecnologías limpias, especialmente en países como Brasil, Chile y Colombia.
En 2024, el 5.1% de las nuevas startups del sector Energía y Medio Ambiente (o EnergyTech) mapeadas por StartupBlink provinieron de América Latina. La mayoría de estos emprendimientos está en una fase de desarrollo, con un enfoque en la financiación de etapas tempranas y semilla. Aunque hay menos startups en comparación con otros sectores como Healthtech o Foodtech, el sector atrae más capital, lo que subraya su importancia estratégica y su carácter intensivo en capital.
Colombia ha mostrado un notable ascenso dentro del ranking de ecosistemas de emprendimiento en el sector de Energía y Medio Ambiente, consolidándose como uno de los líderes regionales. Bogotá, la capital del país, ha emergido como un centro importante para las startups en esta temática. En 2023, Bia Energy, una startup con sede en Bogotá, consiguió una ronda de financiación Serie A de 10.5 millones de dólares, lo que subraya el creciente interés y el potencial del país en este ámbito. Este tipo de inversiones indican que Colombia está logrando captar la atención de los inversores, particularmente en tecnologías relacionadas con energías renovables y sostenibilidad.
Por otro lado, el desempeño de Medellín en el sector de Energía y Medio Ambiente (5º lugar) es notablemente más sólido que su octava posición en los rankings generales de startups en América Latina. Esto refleja una especialización en tecnologías limpias y sostenibles que le ha permitido mantenerse competitiva frente a otras ciudades de la región.
El sector de EnergyTech en América Latina, aunque todavía en sus primeras etapas, está mostrando un crecimiento significativo. A medida que el sector continúa madurando, es probable que la región siga desempeñando un papel clave en la transformación hacia un futuro más sostenible. Ahora bien, para lograr estas oportunidades de crecimiento los países deben cerrar la brecha existente entre la producción de energía con fuentes renovables y su capacidad de almacenaje, y la forma en que estas energías se puedan vincular a sus matrices energéticas para facilitar su potencial transporte y comercialización.